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CONCLUSIONES

1. Téngase en cuenta que el autor plantea en el texto, como un modo de garantizar “imparcialidad en la administración de justicia”, que el juez de lo criminal esté impedido de hacer interpretaciones de la ley, dado que éstas estarán influencias por la subjetividad del intérprete. La obra de Beccaria plantea una fuerte restricción a la labor judicial, supeditándolo sólo a laaplicación de la ley, tal vez para la época en que se escribió su obra resultaba razonable tal posición, pues el hecho de que al juez se le diera la oportunidad de “re-crear” la ley, como hoy se pretende, sin duda resultaba arriesgado para una sociedad desconfiada de las instituciones y cansada de la tiranía.

Abrir esa posibilidad al juez, sin duda, significaría parar de una gran tiraníarepresentada en un individuo, ahora trasladada a muchas tiranías en distintos individuos. El juez debía aplicar la ley sin más. No puede ser un actor o artífice de las normas, sino un ejecutor de ellas. La confianza, las normas y la previsión se depositan en el legislador y sus normas y no en los jueces como creadores o intérpretes libres de los textos legales.

Sin embargo, las mismas realidades quehan vivido las sociedades en distintas épocas, reclaman de la interpretación del derecho positivo, como un medio adecuado para entender la aplicación del derecho penal en el ámbito concreto. Así no vemos el fenómeno del derecho penal como un conjunto de normas abstractas y estrictamente nominales, sino como un derecho vivo y en constante transformación, ligado directamente a la sociedad y enconsecuencia a la persona misma como sujeto en su aplicación. Es aquí en donde la labor interpretativa del juez se hace indispensable para que la norma se torne, además de efectiva, humanizante; pues no creo que sea factible, subsumir 10 delitos de homicidio, cometidos por hombres diferentes y circunstancias y sociedades diferentes, a esas abstracciones en que a veces suele embriagarse el legislador.2. Beccaria plantea una rígida división de poderes, postula que cada órgano del Estado (ejecutivo, legislativo y jurisdiccional) ejerce en forma exclusiva y excluyente sus funciones, pues su época así lo reclama como mecanismo para evitar la concertación de poder y la usurpación de funciones. Sin embargo, esta rigidez no responde a las necesidades del Estado moderno, en el que cada órganodesarrolla una función en forma principal pero no excluyente, sino que algunas se realizan por dos órganos estatales. Así por ejemplo, la actividad legislativa corresponde, principalmente al Congreso o Parlamento (órgano legislativo); pero en ella también puede intervenir el Presidente de la República (órgano ejecutivo); piénsese también que al Congreso se le ha asignado la función de juzgarexcepcionalmente a los funcionarios del Estado por responsabilidad política.

Sin duda, esta teoría ha sido ampliamente superada, conservándose, eso sí, en principio una separación de poderes atenuada por el principio de colaboración. Esa idea de la tridivisión de poderes, tal vez, lo único que logra satisfacer en la actualidad es una distribución racional del trabajo y ciertos límites en lascompetencias.

3. Es muy llamativa la propuesta de Beccaria, de que “las leyes deberán ser escritas en un lenguaje que resulte claro a todos sus destinatarios”, pues pienso que no fue sólo una necesidad de su época, sigue siendo una necesidad de hoy. Sin alguna rama del derecho debería utilizar un lenguaje claro, sencillo e inteligible, es el derecho penal; pues por la calidad de los bienes jurídicosque protege, hoy de pronto un poco desdibujados por los intereses patrimoniales que mueven a quienes promueven las leyes, deberían ser normas asequibles al medio de la población.

No se puede desconocer que el lenguaje, aún en su uso natural suscita confusiones, pues los significados de las palabras migran o evolucionan de acuerdo con las épocas y valores vigentes de la sociedad que los utiliza....