yo soy el mejor

Bohadana, Estrella y Dreifus, René Armand. La construcción del conocimiento en la era de la información. En libro: Los retos de la globalización. Ensayo en homenaje a Theotonio Dos Santos. Francisco López Segrera (ed.). UNESCO, Caracas, Venezuela. 1998. ISBN: 9291430366.
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La construccion del conocimiento
en la era de la informacion

Estrella Bohadana* 
René Armand Dreifuss* *


Vivimos tiempos y espacios cotidianamente marcados por la simultaneidad de las irrupcionescientíficas y las eclosiones tecnológicas, concomitantes e interactivas, no sólo en todos los campos del conocimiento, sino también en las diferentes experiencias con las que se va tejiendo la trama de la existencia humana. El cambio radical en los fundamentos científico-tecnológicos se va esparciendo y alcanzando diferentes dimensiones de la existencia humana, en los planos cultural, ético y estéticoestableciendo, en fin, sus propias reglas del conocimiento.
Ya no importa si el siglo XX es contemplado como corto (Hobsbawn), o como largo (Arrighi), o que estos autores no tengan lo anterior como punto central de sus argumentos y sí como culminación de un razonamiento, o como una imagen de fuerza1 . Lo importante, en realidad, es que éste es el primer siglo sobre el cual podemos lanzar unamirada larga y completa, de 360 grados, toda vez que tenemos a nuestra disposición, instantáneamente y en forma simultánea, conocimientos (acumulados e interactivos) de lo que sucede en todas las partes del planeta, en tiempo real y conocimientos de la existencia de todas sus partes componentes.
En vísperas de un nuevo milenio y tal vez en el umbral de una nueva percepción de la realidad, fragmentosde Humanidad se reconocen en el cambio y en el proceso de mutaciones; “piensan futuro”, autoconscientes de su gestación; “piensan” la transformación y se piensan “en gestación”; capaces como son de verse en el acto de cambio. Por primera vez, la humanidad es capaz de pensarse a sí misma en el propio acto de realización, en la interacción (y conocedora de la existencia) de todas sus partes –diferenciadas y separadas geográficamente – y de avizorar su futuro, aunque el tiempo digital reste nitidez a sus contornos. Es una humanidad proyectiva y prospectiva, que se (re)piensa, rehaciéndose, aunque contenga enormes “espacios” humanos totalmente disociados de ese proceso. Posmodernamente, sin ilusiones ni proyectos, sin modelos ni referencias, pues todo es simulacro y todo es actual,intensamente real, hasta la propia virtualidad. De hecho, como señala Levy, (la virtualización) “no es una desrealización (la transformación de una realidad en un conjunto de posibilidades), sino un cambio de identidad, un dislocamiento del centro de gravedad ontológico del objeto considerado; en vez de definirse principalmente por su actualidad (una solución), la entidad pasa a encontrar su consistenciaesencial en un campo problemático”2.
En este nuevo escenario, surgen interrogaciones básicas del hombre sobre sí mismo, sobre su estar en el mundo y en la sociedad. Valores existenciales son afectados y cuestionados. El saber es puesto a prueba, así como sus imposibilidades de controlar el todo del conocimiento. Términos como Verdadero y Falso comparten y ceden lugar a los términos Actual yVirtual.
Discriminaciones hechas con anterioridad entre el Objeto y su Imagen correspondiente, desaparecen. El Tiempo Extensivo, garantía de un tiempo infinitamente grande, se desvanece, mientras que el Tiempo Intensivo, acentuando lo infinitamente pequeño, se encarga de disimular el futuro, abriendo la posibilidad de un tiempo real. Tal vez apenas pretendidamente real, pero reverberando en él la...