yo y solo yo
ENRIQUE CALDERÓN ALZATI
El artículo 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (1917 y vigente) dice a la letra: La soberanía de la nación reside esencial y originalmente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se constituye para beneficio de éste. El pueblo tiene todo el tiempo el inalienablederecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.
Ayotzinapa, no siendo el primer caso de violación de los derechos humanos y de las leyes por parte del gobierno, el desarrollo de los acontecimientos posteriores ha sido distinto, no por la impunidad y actuación de las autoridades, sino por la respuesta misma de la sociedad mexicana, y de manera particular de los estudiantes de todo el país, asícomo de las diferentes organizaciones sociales que conforman ya una fuerza que ha puesto en crisis a los diferentes niveles de gobierno y especialmente al gobierno federal, aun contando éste con el apoyo de la televisión y de algunos otros medios de comunicación, carentes de capacidad autocrítica, así como de valores.
La organización de la sociedad debe ser blindada en su derecho a protestar yseñalar a quienes son los verdaderos culpables, y para ello su mejor blindaje está en la Constitución misma. Por ello he colocado el artículo 39 de la Carta Magna como baluarte para la lucha futura, proponiendo a la sociedad mexicana la realización de una gran consulta nacional organizada por ella misma, para realizarse en junio de 2015, en la que se pregunte si el Presidente de la República hacumplido el mandato que la nación le ha otorgado, de respetar y hacer valer la Constitución, y si ha velado en todo momento por el bienestar de la nación.
Protestas sociales en México
MIGUEL CONCHA
Con justa razón, estudiantes y familiares no habían aceptado que los jóvenes normalistas estuvieran muertos y que los descubrimientos de restos humanos y los sucesos narrados por el titular de laProcuraduría General de la República tuvieran relación con los 43 normalistas desaparecidos forzadamente. No, hasta que las autoridades presenten pruebas científicas y contundentes de que existe ese vínculo.
Se registraron entonces al menos 18 detenciones arbitrarias, pues las personas fueron detenidas sin tener relación alguna con los hechos de Palacio Nacional. A muchas de ellas las detuvieronsolamente por documentar las golpizas que a diestra y siniestra propinaban los cuerpos de seguridad contra quienes iban pasando.
La protesta social, se dijo, se convierte en un recurso a través del cual la ciudadanía expone sus desacuerdos y busca colocar sus demandas y necesidades. Se abordaron casos como los de las leyes bala, tema del que me ocupé en este mismo espacio el 31 de mayo pasado, asícomo los ataques a periodistas y manifestantes en Puebla, Quintana Roo y el DF, y la falta de recursos efectivos para proteger y hacer justiciables esos derechos violados.
¿Y ahora qué sigue?
Arturo Alcalde Justiniani
Otro gobierno con un mínimo de sensibilidad hubiera intentado responder con un nuevo mensaje que acreditara la disposición a reflexionar y resolver las causas de fondo de lainconformidad y desconfianza que se han incrementado y reproducido en un corto periodo con una dinámica inesperada, mismas que están claramente diagnosticadas y que se retroalimentan entre sí: impunidad, inseguridad, creciente corrupción, desempleo, injusticia generalizada en sus distintas dimensiones, no sólo la criminal o policiaca, sino la que está vinculada con un modelo económico, político ysocial que hace fracasar incluso los llamados programas sociales, orientados más a administrar los problemas que a resolverlos.
En lugar de enunciar cambios, más allá de viajes con signos de escape, aparecen hechos que incrementan la desconfianza popular, tal es el caso de la extraña cancelación del concurso del tren México-Querétaro. Así, de la noche a la mañana, sin más explicación que una...
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