Yodasdsadsadada
Páginas: 14 (3470 palabras)
Publicado: 18 de diciembre de 2011
VIEJA 1 Está bien que una casada quiera hijos,pero si no los tiene, ¿por qué ese ansia de ellos? Lo importante de este mundo es dejarse llevar por los años. No te critico. Ya has visto cómo he ayudado a los rezos. Pero, ¿qué vega esperas dar a tu hijo, ni qué felicidad, ni qué silla de plata?
YERMA. Yo no pienso en el mañana; pienso en el hoy. Tú estás vieja y lo ves ya todo como un libro leído. Yo pienso que tengo sed y no tengo libertad.Yo quiero tener a mi hijo en los brazos para dormir tranquila y, óyelo bien y no te espantes de lo que te digo, aunque yo supiera que mi hijo me iba a martirizar después y me iba a odiar y me iba a llevar de los cabellos por las calles, recibiría con gozo su nacimiento, porque es mucho mejor llorar por un hombre vivo que nos apuñala, que llorar por este fantasma sentado año tras año encima de micorazón.
VIEJA 1. Eres demasiado joven para oír consejo. Pero, mientras esperas la gracia de Dios, debes ampararte en el amor de tu marido.
YERMA. ¡Ay! Has puesto el dedo en la llaga más honda que tienen mis carnes.
DOLORES Tu marido es bueno.
YERMA. (Se levanta) ¡Es bueno! ¡Es bueno! ¿Y qué? Ojalá fuera malo. Pero no. Él va con sus ovejas por sus caminos y cuenta el dinero por las noches.Cuando me cubre, cumple con su deber, pero yo le noto la cintura fría como si tuviera el cuerpo muerto, y yo, que siempre he tenido asco de las mujeres calientes, quisiera ser en aquel instante como una montaña de fuego.
DOLORES. ¡Yerma!
YERMA No soy una casada indecente; pero yo sé que los hijos nacen del hombre y de la mujer. ¡Ay, si los pudiera tener yo sola!
DOLORES. Piensa que tu maridotambién sufre.
YERMA. No sufre. Lo que pasa es que él no ansía hijos.
VIEJA 1. ¡No digas eso!
YERMA. Se lo conozco en la mirada y, como no los ansía, no me los da. No lo quiero, no lo quiero y, sin embargo, es mi única salvación. Por honra y por casta. Mi única salvación.
VIEJA 1 (Con miedo.) Pronto empezará a amanecer. Debes irte a tu casa.
DOLORES. Antes de nada saldrán los rebaños y no convieneque te vean sola.
YERMA. Necesitaba este desahogo. ¿Cuántas veces repito las oraciones?
DOLORES. La oración del laurel, dos veces, y al mediodía, la oración de santa Ana. Cuando te sientas encinta me traes la fanega de trigo que me has prometido.
VIEJA 1. Por encima de los montes ya empieza a clarear. Vete.
DOLORES Como en seguida empezarán a abrir los portones, te vas dando un rodeo por laacequia.
YERMA. (Con desaliento.) ¡No sé por qué he venido!
DOLORES. ¿Te arrepientes?
YERMA. ¡No!
DOLORES. (Turbada.) Si tienes miedo, te acompañaré hasta la esquina.
YERMA. ¡Quita!
VIEJA 1 (Con inquietud) Van a ser las claras del día cuando llegues a tu puerta. (Se oyen voces)
DOLORES ¡Calla! (Escuchan)
VIEJA 1 No es nadie. Anda con Dios.
(Yerma se dirige a la puerta y en este momentollaman a ella. Las tres mujeres quedan paradas.)
DOLORES. ¿Quién es?
JUAN Soy yo.
YERMA. Abre. (Dolores duda.) ¿Abres o no?
(Se oyen murmullos. Aparece Juan con las dos Cuñadas.)
HERMANA 2 Aquí está.
YERMA. ¡Aquí estoy!
JUAN. ¿Qué haces en este sitio? Si pudiera dar voces, levantaría a todo el pueblo, para que viera dónde iba la honra de mi casa; pero he de ahogarlo todo y callarme porque eresmi mujer.
YERMA. Si pudiera dar voces, también las daría yo, para que se levantaran hasta los muertos y vieran esta limpieza que me cubre.
JUAN. ¡No, eso no! Todo lo aguanto menos eso. Me engañas, me envuelves y, como soy un hombre que trabaja la tierra, no tengo ideas para tus astucias.
DOLORES. ¡Juan!
JUAN. ¡Vosotras, ni palabra!
DOLORES. (Fuerte.) Tu mujer no ha hecho nada malo.
JUAN....
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