yolo
gusto
POR GUILLERMO SHERIDAN.
Febrero 5, 2013 | Tags:
El minutario
lectura
literatura
Libros
Sigo con los deprimentes resultados de laencuesta de la Fundación Mexicana de Fomento a la Lectura
(FonLectura) que muestran que en el 2012 se lee aún menos que en el 2006. ¿Cómo puede ser que el colapso
en los resultados haya sidoinversamente proporcional al esfuerzo y la inversión por mejorarlos?
Leer es un hábito que se contagia o se aprende. Cada vez hay menos personas capaces de contagiarlo, pues en
su casa lo único que los niñosobservan es a su familia culiatornillada ante la tele. Y cada vez hay menos
capacidad de aprenderlo, pues ni los padres ni los maestros leen, ni en los palacios ni en las cabañas. Y las
ferias delibros, y las campañas, y los heroicos promotores, y las “presentaciones” y los spots de televisión que
promueven la lectura obviamente no han servido de mucho.
¿Qué hacer? Quizás imponer lalectura como materia obligatoria en las escuelas. Nada de clásicos españoles ni
del Cid ni del Marqués de Santillana: obligar a los jóvenes a creer que eso es la literatura es la mejor manera deinocularlos contra su contagio.
Se seleccionan cinco autores modernos inteligentes y con demostrada capacidad de seducción juvenil
(Bradbury, Huxley, etc.). El Estado adquiere los derechos, contrata buenastraducciones al español de México y
pide tirajes millonarios y baratos a los editores. Los libros se leen en el primer año de preparatoria, ahí, en vivo,
en su pupitre, sin excusa ni pretexto, treshoras a la semana. Ni siquiera se necesita maestro (quizás hasta sea
mejor), sino alguien que imponga orden y silencio.
La apuesta es que si diez millones de jóvenes leen cinco libros en un año, conque el diez por ciento adquiera el
hábito habría un millón de lectores anuales y saldríamos de las estadísticas vergonzosas. Yo hice algo parecido
cuando di clases en preparatoria y me consta que...
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