Yommi

Nunca he salido de Sierra Mojada, tierra minera, ubicada al noroeste del estado de Coahuila, ahí al ladito de Chihuahua, en lo profundo del Bolsón de Mapimí. En Sierra no hay mucho que hacer, de niñofui muy timorato y jamás me atreví a visitar las viejas minas de plata, que por cierto se encontraban a las afueras del pueblo, aquellas que hace muchos años hicieran de Sierra Mojada una de lasvillas más importantes de México por su alta producción de minerales. En lugar de adentrarme a jugar en las minas con los demás niños, optaba por quedarme en casa, viendo la televisión, sintonizando losdos únicos canales que el aparatejo lograba captar.
Conforme fui creciendo, Sierra me parecía cada vez menos encantador, no quería estancarme en el pueblo, no quería ser como mi padre y trabajar portemporadas en los pueblos y municipios vecinos, tampoco quería ser uno de los 300 habitantes, pero mi destino es inevitable, aquí he de morir.
Cierto desgraciado día (y lo llamo desgraciado por quedesde aquel día viví celoso de la vida que alguien mas tuvo), llegó de California al pueblo, un primo, uno de esos primos que te llevan treinta años y que no entiendes como es que puede ser tu primo, sies güero y de ojo verde, de esos primos que te hacen dudar de tu árbol genealógico, tal vez si analizamos al árbol, encontraríamos que toda nuestra familia esta formada por matrimonios entre tíos ysobrinas, primos y primas y hasta entre hermanos en el peor de los casos.
Alonso hablaba de manera chistosa, con otro acento distinto al que usamos en el pueblo, golpeado y rápido, decía groseriasindiscriminadamente, en inglés y en español.

Pronto, el pasatiempo favorito de la familia era escuchar las historias de Alonso, nos contaba con orgullo de las camionetas que llegó a tener. En susbuenos años, a Alonso le pagaban treinta dólares por hora como soldador en una fábrica, prácticamente el salario de un ciudadano estadounidense promedio de aquellos años en la ciudad de Oakland,...