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El encuentro
Joaquín despertó, otro día más donde su existencia no le emocionaba, se dio cuenta que seguía en el mundo en el que él no deseaba vivir. No sabía bien que había pasado el díaanterior pero él se levantó y se dirigió a su casa.
Dos meses y aún tenía la esperanza de ver entrar a su madre, arrepentida y pidiendo perdón… Sabía que no pasaría, seguía solo. “Si ella se fue ¿porqué yo no?” pensaba Joaquín, mientras escribía en su diario como solía hacerlo. Tomó su abrigo y decidió seguir la “fiesta”, fue a la tienda y pidió lo de siempre.
Cigarro en mano, jeringa enantebrazo y una botella a la mitad, su pan de cada día. Para él, eso no era vida, pero entonces ¿qué es la vida?, se preguntaba. Recordó que su padre un día le dijo que no había lugar más pacífico y menossolitario que la Iglesia, un gran sorbo y una dosis extra fueron lo que le ayudaron a decidir su visita. Llega pero no puede entrar, no después de todo lo que a hecho, de cada error cometido zumbandoen su cabeza cada vez que se acerca más y más a la Iglesia, jamás había sentido tanta culpa.
Pasaron unos 10 minutos antes de que se diera cuenta de cuán patético se veía sentado en la banca másdesgastada que jamás había visto. Estaba a punto de levantarse cuando llego una joven a sentarse a su lado.
“Soy Ángela”- dijo la joven con una mirada triste y hacia la nada. “Soy Joaquín” – contestó él.Después de un largo e incómodo silencio, Joaquín toma la delantera y comienza a hacerle plática a Ángela, platicaron tanto que sin darse cuenta, la noche había llegado y también la hora dedespedirse. Ángela tomó la mano de Joaquín, diciéndole: -“Prométeme que volveremos a vernos”. Joaquín le sonríe asintiendo con la cabeza y con un suave y ligero tono de voz le contesta: -“Lo prometo”.
Lasemana transcurre como cualquier otra, Joaquín no está consiente ni de en qué día vive, sólo sabe que esperará el Domingo con ansias para poder ver a aquella joven la cual había sido la única persona,...