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Hugo Chávez, un caudillo más
El 25 de noviembre de 1975 apareció en la televisión, solitario y vestido de negro ante un escritorio con dos micrófonos y medio vaso de agua, el presidente delGobierno de España, Carlos Arias Navarro. “Españoles: Franco ha muerto”, anunció cariacontecido. Enseguida guardó silencio durante un par de segundos, entrecortado por la emoción. En los siguientes minutos,volvió a sollozar cuatro o cinco veces antes de concluir con un “¡Viva España!”.
Hace cinco días vimos ante las cámaras nacionales e internacionales al vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro.Vestía todo de blanco, tenía enfrente un atril y atrás y a los lados a once personas, siete de ellas militares. Dirigiéndose a sus “queridos compatriotas” y a “nuestros hermanos del mundo”, dijo: “A lascuatro y venticinco de la tarde de hoy 5 de marzo ha fallecido el Comandante Presidente Hugo Chávez Frías...”. Entonces se le quebró la voz y suspendió momentáneamente su discurso.
Son instantesmemorables en la historia de nuestros países. El paralelo es inevitable. Se trata de dos políticos poderosos, ambos de origen militar, ambos golpistas y ambos populares, que marcaron etapa en susrespectivos países. Anuncian su muerte los herederos escogidos por los moribundos jefes, cuyo deceso deja unos países profundamente divididos. Las diferencias también resultan importantes. Franco fue ungolpista exitoso, un dictador apocado que nunca contó con las urnas, de poco peso internacional e ideología fascista. Chávez fue un golpista fracasado que logró en sucesivas elecciones el poder que lenegaron las armas; su influencia regional e internacional fue notable y se proclamó socialista.
Los dos, sin embargo, encarnan el prototipo de un gobernante que florece a menudo en América y casisiempre con lamentables resultados: el caudillo. Y, en particular, el caudillo militar. Venezuela, que los ha tenido como si los hubiera patentado, fue siempre tierra de caudillos militares: desde Bolívar...