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“Capitulo VIII, diálogo de Sancho Panza y Don Quijote de la Mancha”
Llegó Sancho a su amo marchito y desmayado, cuando así le vio don Quijote, le dijo:
Ahoraacabo de creer, Sancho bueno, que aquel castillo o venta es encantado. Te juro por la fe de quien soy, que si pudiera subir o apearme, yo te hiciera vengado, demanera que se acordaran de la burla para siempre.
También me vengara yo si pudiera, fuera o no fuera armado caballero, pero no puedo. Y lo que yo saco enlimpio de todo esto es que estas aventuras que andamos buscando, al cabo nos han de traer a tantas desventuras, que no sepamos cual es nuestro pie derecho y seríamejor volvernos a nuestro hogar.
Calla y ten paciencia –respondió don Quijote- que día vendrá donde veas por vista de ojos cuán honrosa cosa es andar en esteejercicio
-Solo sé- respondió Sancho- que después que somos caballeros andantes. O vuestra merced lo es, jamás hemos vencido batalla alguna.
-Pero de aquí en adelante–respondió don Quijote- yo procuraré que haya a las manos alguna espada hecha por tal maestría, que al que la trajere consigo, no le puedan hacer ni un género deencantamientos.
Yo soy tan venturoso –dijo Sancho- que cuando eso fuese y vuestra merced viniese a hallar espada semejante, sólo vendría a servir y aprovechar alos armados caballeros, como el bálsamo y a todos los escuderos que los papen duelos.
No temas eso – dijo don Quijote-que mejor lo hará el cielo contigo.
En estoiba don Quijote y su escudero, cuando vio don Quijote que por el camino venía hacia ellos una grande y espesa polvareda; se volvió a Sancho y le Dijo:….