yves michaud

“Etnografía del arte contemporáneo”. Yves Michaud.

-“… no hay más que gente cuya profesión es administrar la inmaterialidad y sus condiciones etéreas de producción y de promoción burocráticas”. p. 27.

-Las causas de la actual diversificación y tendiente inmaterialidad de la obra son:
a) La casi desaparición de la pintura en las paredes de los museos y el correspondiente renacimientopictórico bajo nuevas expresiones.
Según su desaparición la pintura es substituida por la fotografía que exige prácticas y estéticas distintas. Al documentalismo y el reportaje, la fotografía amateur o profesional se agrega una forma de ver lo que la fotografía capta de manera artística, donde muchas veces no se comprende bien la presencia del “autor” ni los grados de veracidad fotográfica. A la par,la fotografía impone una nueva temporalidad de contemplación de la obra, menos exigente pero más saturada de ejemplos que no dejan de producirse.
Además de fotografías, los muros son llenados por formas inusitadas de materia plástica cuyo género ha sido llamado instalación. Las experiencias de contemplación son volátiles y múltiples: la evaporación multimedia, la interacción operativa donde no esclaro si la obra sujeta al espectador o lo contrario, o la gestualidad obrada del performance. En resumen, lo que cuenta son los efectos, el shock psicológico que detona conductas a veces inesperadas por parte del público; queda fuera, por otro lado, la obra material, ubicable, señalada, el camino artístico como se entendió en la tradición. Así obrado, el arte es un efecto producido (p. 32).

b)Si el arte existe por las reacciones de un público, “se necesitan modos de empleo para percibir dónde y cuándo hay arte”.
No es sólo la galería como aviso de “hay arte”; las nuevas expresiones buscan compenetrar la psique por medio de ambientes que pueden ser cualquiera. Esta lógica requiere la participación o propensión interactiva del espectador, una disposición a relacionarse con el ambientede la obra, lo que en prácticas sugestivas requiere incluso de las mismas estrategias de la publicidad que anticipan lo que ha de venir para acogerlo. (Esto explica el recurso artístico no sólo al anuncio publicitario, sino a su matriz de procesos de lectura, participación y consumo, sumando a diseñadores, publicistas, ingenieros sociales, mercadólogos… “El curador y el agente de publicidad se vanconfundiendo”).
c) Por parte del público no se requiere entonces de los conaisseurs de las galerías decimonónicas.
El público actual, un público de relaciones abiertas a lo diverso, es una tribu de iniciados sin militancia estética definida, pues es el sujeto que ha superado la tradición histórica. La única condición para ser espectador consiste en conformar un número que llene la sala parallamar la atención de los televidentes o lectores de prensa, quienes suponen que la “obra” refleja el interés cultural de las sociedades actuales.

d) A la par de lo anterior, el compromiso político de los artistas contemporáneos es limitado o casi nulo –el truco consiste en aparentar lo contrario.
En realidad está es la situación de la democracia moderna, y “tampoco se entiende por qué reprocharla desaparición de estos profetas [sociales] románticos a los artistas y no a los sindicalistas administradores o a los últimos militantes de las formaciones políticas” (p. 42).

Las anteriores características son la extensión natural del arte después de las lecciones de Marcel Duchamp quien modificó el aura de unicidad en la obra y el genio creador como autor por un conjunto de procedimientosen los que la obra depende de la colaboración de otros actores para ganar su estatus artístico. En otras palabras, la obra es proceso, y el arte es el triunfo del proceso en las consciencias de sus actores (“autor”, público, medios de comunicación, galeristas, compradores de arte…). Inversamente, “cualquier tipo de prácticas, y hasta absolutamente todas, pueden en un momento dado y en ciertas...