zeus

El tonto de mi hermano Poseidón ha debido estar hablando de lo maravilloso que soy; me parece imposible no poder mencionar mi grandeza a cada instante. Los humanos debieron sufrir lasconsecuencias de su desobediencia, por eso envié a Pandora a la tierra, como castigo por dejar de alabarme. Nadie en el cosmos se opone a mi mandato y queda impune.
Mis hermanosHades y Poseidón dicen que los he traicionado porque a su parecer no les he dado la parte que les correspondía; creo que deberían agradecerme por darles siquiera una diminuta parte, podríahaberlos dejado en la miseria, pero dentro de mi majestuoso corazón queda un poco de bondad.
Y creo que Poseidón debería darme unas encarecías gracias, si hubiese sido mi voluntad,aun seria un despreciable mortal. Cuando era un simple humano ayudo a construir las murallas de Troya, pero como todas las cosas que hace, no sirvieron de nada contra el ingenio deOdiseo. Aún no puedo comprender cómo Poseidón pudo confiar en la palabra de Laomedonte, si todos los humanos son unos mitómanos, incongruentes, desagradecidos e ignorantes, no se puedecreer en lo que diga uno de estos miserables seres.
La mejor decisión que pudo haber tomado mi hermano fue suplicarme para que pudiese volver al Olimpo, después de todo los más débilessiempre necesitaran de los más fuertes; es por eso que decidí de nuevo entregarle los mares para que pusiese orden.
Aunque no puedo quejarme de mi vida, soy el rey del Olimpo, el másbello y poderoso de los dioses. Además, todos me aman. Tengo hijos en todo el cosmos, desde poderosos dioses hasta semidioses.
Presiento que los humanos me traicionaran de nuevo, yesta vez no seré tan compasivo y negligente con ellos, si llegase a suceder sentirán la furia de todos y cada uno de los Olímpicos. ¡Advertid a los mortales de su inminente destino!