zzz alala sksndkkma mmama
—No lo sé. Como, en algún momento después de regresar de Ámsterdam.
—¿En qué momento? —presioné. ¿Había tenido oportunidad de
terminarlo? ¿Lo habíaterminado y dejado en su computadora o algo?
—Um —suspiró Isaac—. Um, no sé. Hablamos sobre eso aquí una vez. Él
estaba aquí, como... um, jugamos con mi máquina de correos electrónicosy recibí un correo de mi abuela. Puedo revisar en la maquina si tú...
—Sí, sí, ¿dónde está?
Él lo había mencionado hace un mes. Un mes. No un buen mes, lo
reconozco,pero todavía un mes. Eso era tiempo suficiente para que él
haya escrito algo, aunque sea. Todavía había algo de él, o hecho por él al
menos, flotando por aquí. Lo necesitaba.—Voy a ir a su casa —le dije a Isaac.
Me apresuré hacia la minivan y saqué el carro de oxígeno del asiento de
pasajeros. Arranqué el auto. El ritmo de hip-hop resonó en el estéreomientras me estiré para cambiar la estación de radio, alguien empezó a
rapear. En sueco.
Me di vuelta y grité cuando vi a Peter Van Houten sentado en el asiento de
atrás.—Lamento asustarte —dijo Peter Van Houten sobre el rap. Todavía estaba
—Bueno —dije—, puedo… —hice un movimiento de cabeza hacia la
puerta del sótano.
—No estamos listos —Supadre dijo—. Pero por supuesto, si, Hazel. Claro
que puedes.
Caminé hacia abajo, pasé su cama deshecha, pasé las sillas de juego
debajo de la TV. Su computador aún seguíaencendido. Toqué el ratón
para despertarlo y luego busqué por sus archivos editados más recientes.
Nada en el último mes. Lo más reciente fue un documento de respuesta a
El ojo másAzul de Toni Morrison.
Tal vez había escrito algo a mano. Me acerqué a las estanterías, buscando
algún diario. Nada. Pase a través de su copia de Una Aflicción Imperial. No
Regístrate para leer el documento completo.