a 24 suspiros por segundo
Páginas: 4 (824 palabras)
Publicado: 28 de octubre de 2013
“Es imposible hacer una buena película
Sin una cámara que sea como un ojo
En el corazón de un poeta”.
Orson Welles
A 24 suspiros por segundo
Un camino lleno de realidades insoportableses la antesala al ritual mágico. Yo, al mejor estilo de Harry Haller voy caminando hacia el teatro aquél, voy siendo consciente de que la entrada a mis deseos… habrá de costarme la razón.
Una vezen el lugar… una vez apagadas las luces (esas mismas que sirven para vernos tan bellos o feos como en realidad somos) empieza a proyectarse una fuente luminosa por encima de todas las cabezas, porencima de todo bien o mal, una nueva realidad, una nueva ventana para mirar el mundo, un nuevo bálsamo en las penurias de la cotidianidad.
El cine es quizás en ciertos momentos el teatro mismo, perocon la posibilidad de mirar más allá de la función y de lo que deja la misma a la imaginación, es la facultad de ver donde los actores no hubieran podido alcanzar a mostrarte durante una obra de unodos o más actos.
Rueda, (al igual que la fortuna) rueda el cinematógrafo, mientras expectantes observamos (bien sea de atrás para adelante, de adelante para atrás o como la historia decida jugarcon nosotros), simplemente observamos, quietos y a veces con la boca abierta, lo que habrá de ser la totalidad de la existencia para una película y sus personajes, al menos en términos “reales”(minutos…segundos…) pero en realidad es la formación de una historia más, una obra nueva o una fantasía en la vida de aquel que la lleva en sus ojos y memoria desde que la vio.
Ver cine con un niño:Ver cine con un niño es como verlo con la expresión misma de la naturalidad, es descubrir lo que no hubieras visto, es analizar precisamente el plano que tú, adulto y racional dejas pasar por altosiendo precisamente el más importante para entender no el significado, sino el sentido.
Ver cine con un viejo:
Ver cine con un viejo es hacer un paseo por sus anécdotas y memorias, es descubrir...
Sin una cámara que sea como un ojo
En el corazón de un poeta”.
Orson Welles
A 24 suspiros por segundo
Un camino lleno de realidades insoportableses la antesala al ritual mágico. Yo, al mejor estilo de Harry Haller voy caminando hacia el teatro aquél, voy siendo consciente de que la entrada a mis deseos… habrá de costarme la razón.
Una vezen el lugar… una vez apagadas las luces (esas mismas que sirven para vernos tan bellos o feos como en realidad somos) empieza a proyectarse una fuente luminosa por encima de todas las cabezas, porencima de todo bien o mal, una nueva realidad, una nueva ventana para mirar el mundo, un nuevo bálsamo en las penurias de la cotidianidad.
El cine es quizás en ciertos momentos el teatro mismo, perocon la posibilidad de mirar más allá de la función y de lo que deja la misma a la imaginación, es la facultad de ver donde los actores no hubieran podido alcanzar a mostrarte durante una obra de unodos o más actos.
Rueda, (al igual que la fortuna) rueda el cinematógrafo, mientras expectantes observamos (bien sea de atrás para adelante, de adelante para atrás o como la historia decida jugarcon nosotros), simplemente observamos, quietos y a veces con la boca abierta, lo que habrá de ser la totalidad de la existencia para una película y sus personajes, al menos en términos “reales”(minutos…segundos…) pero en realidad es la formación de una historia más, una obra nueva o una fantasía en la vida de aquel que la lleva en sus ojos y memoria desde que la vio.
Ver cine con un niño:Ver cine con un niño es como verlo con la expresión misma de la naturalidad, es descubrir lo que no hubieras visto, es analizar precisamente el plano que tú, adulto y racional dejas pasar por altosiendo precisamente el más importante para entender no el significado, sino el sentido.
Ver cine con un viejo:
Ver cine con un viejo es hacer un paseo por sus anécdotas y memorias, es descubrir...
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