A EL OID
¡A EL OÍD!
Por el élder Mark E. Petersen
Del Consejo de los Doce
No puedo evitar mis hermanos, expresar mi profunda gratitud por los
maravillosos números musicales que hemos escuchado durante esta conferencia.
Pocas veces me ha emocionado tanto la música como en esta ocasión y quisiera
expresar personalmente a los cantantes y organistas lo agradecido que estoycon
vosotros. Siento que habéis hecho un gran aporte a esta excepcional conferencia.
Nosotros, los Santos de los Ultimos Días, tenemos un mensaje para el mundo. Es
un mensaje divino y declara a toda la humanidad que Dios ha hablado nuevamente
desde los cielos en estos tiempos modernos.
Al hablar el Todopoderoso dijo: "¡Escuchad, o cielos, prestad oídos, oh tierra, y
regocijaos, vosotros loshabitantes de ellos, porque el Señor es Dios, y aparte de él
no hay Salvador!
"Grande es su juicio, maravillosas son sus vías, y el fin de sus obras nadie lo
puede saber" (D. y C. 76:1-2).
"La voz del Señor se dirige a todo hombre. . .Y la voz de amonestación irá a todo
pueblo" (D. y C. 1-2,4).
El punto esencial de nuestro mensaje es que Jesús de Nazaret es Cristo el Señor,
el Redentor de toda lahumanidad, el Salvador de los cristianos y el Mesías de los
judíos. Afirmamos solemnemente que este mismo Jesús fue el Unigénito
engendrado por Dios, nacido de María, y que sin El no habría Salvador.
El Todopoderoso repetidamente afirmó que Jesús de Nazaret era su Hijo e
insistentemente mandó, "¡A El oíd!". En éstos últimos días, cuando el Todopoderoso
dio su grande y nueva revelación de Jesucristo,nuevamente dejó el mandamiento:
"¡A El oíd!"
Por lo tanto, como Santos de los Ultimos Días os traemos una revelación nueva y
moderna de Jesucristo y al hacerlo transmitimos a todos aquellos que escuchen, el
urgente mandamiento de Dios el Padre: "¡A El oíd!"
Nuestro mensaje es verdadero. Es de interés vital para este atribulado mundo. El
Señor mismo dijo: "Escuchad vosotros, pueblos lejanos; y vosotroslos que estáis
sobre las islas del mar, escuchad juntamente. Porque, de cierto, la voz del Señor se
dirige a todo hombre" (D. y C. 1:1-2).
Cuando así declaramos su palabra revelada, inmediatamente se suscita en
muchas mentes el problema de la credulidad. De esto estamos plenamente
conscientes, sabiendo que el crédito de nuestro mensaje estriba, en gran parte, en
que nuestro pueblo sea digno deconfianza. Teniendo esto presente, permitidme
hablaros por un momento de nosotros mismos.
Somos un pueblo dedicado a la moderación y el buen carácter, a la honradez y la
vida recta, enseñamos la virtud y la castidad como principios cardinales, básicos de
nuestra fe; abogamos por la estabilidad y la preservación del hogar.
Conferencia General Octubre 1975
Para nosotros la familia es la piedraangular de la civilización y así debe
continuar por siempre, es el fundamento de las debidas relaciones humanas.
Enseñamos a nuestros hombres y mujeres la fidelidad en su significado más
elevado. Creemos que cada uno de nosotros es un hijo espiritual de Dios y que el
Señor tiene el propósito de que vivamos de tal manera que finalmente podamos
llegar a ser perfectos como nuestro Padre que está en loscielos es perfecto. (Mateo
5:48.)
Creemos que la familia se estableció con el propósito de que fuese una unidad
eterna que se proyectaría más allá de la muerte y la resurrección, en una vida
sempiterna e inmortal.
Es con el fin de prepararnos dignamente para tal destino que enseñamos que
esta elevada norma de fidelidad debe ser practicada por los cónyuges. Sólo "una"
norma de moralidad tenemos paraambos; nuestra constante amonestación es: "Sed
limpios vosotros los que portáis los vasos del Señor" (D. y C. 38:42).
Hombres y mujeres de corazón honesto responden a nuestro mensaje. En la
actualidad contamos en la Iglesia con tres millones y medio de miembros. Hace diez
años éramos menos de dos millones y medio.
Mantenemos un programa misional constante. En la actualidad hay 133
misiones con...
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