a La Hora Del Te

A la hora del té.
A la hora del té, las palabras sobran, la vajilla de porcelana china deslumbra y la hipocresía es la invitada de honor en aquella mesa de la casa de la Señora Castillo, que cadadía viernes final de cada mes, reúne a sus amigas entrañables.
Una reunión por mes es un buen trato, dice; el marido de la señora castillo.
Sin embargo las reuniones han tenido un poco de desacuerdosya que las cuatro invitadas son un poco conflictivas con la señora casillo, así es, aquellas malagradecidas de la hospitalidad de la anfitriona que con esmero acomoda las tazas en el lugar preciso conlas cucharadas de azúcar exactas de cada una de sus amigas ya que la señora Castillo se ha dedicado a observar los gustos de cada una de sus invitadas.
Hoy no podre narrar con detalle la reunión,solo podría explicarles lo siguiente:
Frente a la señora castillo siempre (3), hace estremecer a la invitada de la derecha quien es (2), la cual ha comentado en repetidas ocasiones que la invitadainesperada de la izquierda que se invita prácticamente sola cada viernes, no debería sentarse a tomar el té cuando tiene cosas mas importantes por las que estar ocupada, si hablaba (2) de (5).
Aun asítodas ellas intentas convencer a la señora castillo de (4) que se esconde cada vez que la invitan a la mesa, pero la señora Castillo prefiere invitara a (3) ya que con ella se siente mejor siempre ycuando (5) la acompañe ya que si alguna de las dos no se presentara, saben que (2)no solo manipulará a la señora Castillo si no también se hará cómplice de (4) y eso no sería algo demasiado bueno yaque (3) siempre ha sido la mejor amiga de la señora castillo.
En el cuarto mes como era costumbre, el viernes último a la hora del respectivo te, en casa de la señora castillo irrumpió una invitadamas, quien no era conocida por ninguna de sus amigas pero si era lo que todas ellas le gritaba juntas.
Por la puerta principal entro ella, quien era la 3, 2, 5. Pero sin duda era (4).

Después de...