A LA ROSA
a esta gallarda, abierta, adulta rosa,
a su profundidad de terciopelo,
al estallido de su seno rojo.
Creían, sí, creíanque renunciaba a ti, que no te canto,
que no eres mía, rosa,
sino ajena, que yo voy por el mundo sin mirarte,
preocupado sólo del hombre y su conflicto.
No esverdad, rosa, Te Amo.
Adolescente,
preferí las espigas, las granadas,
Preferí ásperas flores de matorral, silvestres azucenas.
Por elegante,
desprecié tuerguida plenitud,
el raso matinal de tu cortina,
la indolente insolencia de tu agonía, cuando dejas caer un pétalo
y con los otros, continúas ardiendo
hasta que seesparció todo el tesoro.
Me perteneces, rosa,
como todo lo que hay sobre la tierra,
y no puede el poeta, cerrar los ojos a tu copa encendida,
cerrar elcorazón a tu fragancia.
Rosa, eres dura:
he visto caer la nieve en mi jardín:
el hielo paralizó la vida,
los grandes árboles quebraron sus ramajes,
solo, rosal,sobreviviste, terco, desnudo, allí en el frío
parecido a la tierra,
pariente del labrador, del barro, de la escarcha,
y más tarde, puntual, el nacimiento
deuna rosa, el crecimiento de una llamarada.
Rosa obrera,
trabajas tu perfume,
elaboras tu estallido escarlata o tu blancura,
todo el invierno buscas en latierra,
excavas minerales,
minera,
sacas fuego del fondo y luego te abres,
esplendor de la luz, labio del fuego,
lámpara de hermosura.
A mí
me perteneces, a míy a todos,
aunque apenas tengamos
tiempo para mirarte.
Vida, para dedicar a tus llamas
los cuidados, rosa,
eres nuestra,
Vienes del tiempo consumido
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