a la vibora de la mar

Páginas: 74 (18381 palabras) Publicado: 1 de septiembre de 2013
Carlos Fuentes

De Los días enmascarados, Ediciones Era, México DF, 1988.

A la víbora de la mar

A Julio Cortázar

El suboficial vestido de blanco le tendió los brazos. Isabel enrojeció al
tocar el vello del inglés joven y serio que le dio la bienvenida. La lancha motor arrancó, ronroneando; Isabel tomó asiento sobre la húmeda
banca de lona y vio alejarse las luces del centro deAcapulco y sintió
que, al fin, el viaje había comenzado. Una bahía sin ruidos rodeaba al
blanco vapor. El viento abatido de la medianoche agitó la pañoleta que
la mujer amarraba bajo la barbilla. Durante el corto trayecto del muelle al barco anclado en el espejo sin luz en la noche tropical, Isabel se
imaginó a sí misma abandonada en el embarcadero con los vendedores
de nieves insalubres, peines decarey y ceniceros de concha nácar.
Pero sus facciones permanecieron indiferentes y apenas rozadas por
las orillas de sal desprendidas de la espuma. Abrió la bolsa de mano y
sacó los anteojos y revisó apresuradamente los documentos de viaje,
con el temor repentino de haberlos perdido para siempre, pero con la
intención desconocida, también, de desterrar, con esa preocupación, el
recuerdo quequedaba en la costa ya lejana y parpadeante. Pasaporte.
Isabel Valles. Color blanco. Nacida el 14 de febrero de 1926. Señas
particulares ninguna. Dado en México D. F. Lo cerró y buscó el pasaje. MS Rhodesia. Sailing on the 27th. July 1963 from Acapulco to
Balboa, Colón, Trinidad, Barbados, Miami and Southampton. Era
necesario ese suspiro hondo y libre. Sus ojos miraron por última vez lacosta. La lancha se detuvo, bamboleando, junto a la escalerilla de estribor y el suboficial volvió a ofrecerle los brazos. Isabel se quitó los
anteojos, los dejó caer dentro de la bolsa y se frotó con los dedos el
caballete de la nariz, antes de poner pie en la escalerilla y evitando
resueltamente el contacto con el joven oficial.
—Cuarentona, no muy guapa, ¿cuál sería la palabra?
—Dowdy, Iguess.
—No, no es eso. Tiene una como elegancia pasada de moda, ¿eh?
—En fin, puesto que no la vas a sentar a mi mesa.
—Claro que no, Jack. Ya te conozco. Not a chance.
—Está bien; me imagino que ser jefe de camareros lo hace a uno sospechoso.

—No tiene nada que ver con sospechas, Jack. Tiene que ver con
hechos bien sabidos.
—Sigue sonriendo, bobo; acabaré por darte una buena propina.
—¿Eh?Fuera de aquí, ¿quieres? Yo sé cuál es mi lugar y tú debías
conocer el tuyo.
—Sólo quiero portarme democráticamente, Billy. Piensa que por primera vez, después de ocho viajes en el Rhodesia como camarero, puedo pagarme mi pasaje en primera clase y hacerlos sufrir a ustedes
como los pasajeros me hicieron sufrir a mí antes.
—Pues quédate en tu lugar y yo en el mío.
—¿Dónde la vas a colocar?—Déjame ver. En una mesa con gente de su edad.
No sé si habla inglés. En fin. Puede que la deje en una mesa para dos,
con esta otra solterona. Puede que se diviertan juntas. Sí. La mesa
veintitrés. Con Mrs. Jenkins.
—Me rompes el corazón, Billy.
—Fuera de aquí, payaso.
—Y regaña a Lovejoy. Dile que cuando pido mi té en la mañana,
quiero té de verdad, té caliente, no esa agua con la que lavan losplatos
allá abajo.
—¡Eh! Ya te veré en la cubierta de la tripulación otra vez, Jack.
—You jolly well won't.
Lovejoy el camarero le dejó las llaves e Isabel empezó a desempacar.
Se detuvo con una sensación de tristeza: el apartamiento, la tienda,
Marilú, la tía Adelaida, los almuerzos en Sanborns. La melancolía la
obligó a sentarse sobre la cama y observar con desidia las dos maletasabiertas. Se incorporó y salió del camarote. Casi todo el pasaje había
descendido a conocer Acapulco y no regresaría antes de las tres de la
mañana. El Rhodesia zarparía a las cuatro. Isabel aprovechó el momento para recorrer los salones solitarios sin percatarse aún de la novedad que le rodeaba, o quizás sintiéndola pero deseosa de no reflexionar sobre el clima exótico que le ofrecía este mundo...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • La Vibora De La Mar
  • A la vibora de la mar
  • A La Vibora De La Mar (Nahuatl)
  • Vibora De La Mar Nahuatl
  • Juego De La Vibora De La Mar
  • Vibora
  • viboras
  • la víbora

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS