A mi hijo rafael

Texto escrito por Mina de Rodríguez Lucena

Coro 1.910

A MI HIJO RAFAEL

Agosto 13 ,1910

Hijo mío: Atiende a lo que vengo a decirte para cuando seas un hombre.
Si se te ocurre casarte, no lo hagas de ligero, sin reflexión. El Matrimonio no es juego ni cosa de pocos días, ni asunto fácil. Para casarse se necesita que el hombre tenga carácter, tenga una profesión y, sobre todo, quetenga mucha formalidad. Al contraer matrimonio con una señorita, te haces a deberes con una familia y con una sociedad. De lo contrario el matrimonio no es más que un centro de desgracias, donde se inmolan víctimas. Conozco de éstos muchos, hijo mío, que más les hubiera valido seguir su vida de solteros antes que atarla como potro de tormento a la de otros seres.

Si estás muy enamoradoy te parece la vida imposible sin la realización de tus deseos: todavía, hijo, te pido un momento de reflexión antes de dar un paso tan serio hacia la dicha o la desgracia. Examínate bien, sin nubes en los ojos. Piensa en lo que eres y de lo que te crees capaz; no con ilusiones sino con verdad. Mira bien si nó te inclinas a algún vicio, si nó tienes alguna enfermedad seria que mañana pueda ser ladesgracia de tus hijos.

Quiero que aprendas a conocerte desde niño, a ver claras tus acciones. Acostúmbrate a vivir puertas adentro, viendo siempre dentro de ti. Si obras mal y nadie lo sabe, no creas que esto es bueno; tu vida no está en los demás sino dentro de ti. Quiero que vivas seguro de ti mismo; satisfecho de tu proceder aunque nadie te alabe. Esta es muy grande tontería oírseelogiar y gozarse de ello siendo por dentro un saco de podré.

Ya oyes, amor mío, cuando te cases, que lo hagas con la firmeza de formar un hogar noble que sea la gloria de tu vejez. El matrimonio es el estado perfecto en el hombre y la mujer; pero cuando no se cumplen sus deberes lo veo como un crimen.

Yo espero de ti, hijo, que seas como tu madre te sueña: un hombre honrado, decarácter, sincero y fuerte.

Lejos de ti los vicios, los engaños, las asperezas del corazón.
Que triste es ver ciertos hogares sin calor, como nidos deshechos por la tempestad, donde los niños gimen descoloridos, sin las gratas expansiones de la niñez, mal vestidos, sufriendo dolores de envidia al ver a sus compañeros felices, en las fiestas donde ellos no pueden llegar. Ya iniciándose enellos gérmenes de pasiones odiosas. Cómo estará el corazón de esa madre que no puede llenar esas necesidades y todo porque el padre es un vicioso que malgasta el dinero y no sufre con las estrecheces de sus hijos. Lejos de ti, amor mío, estas monstruosidades. Si aquel hubiera reflexionado antes de casarse y encontrándose vicioso no se casa, algo bueno tendría a los ojos de Dios.

Mira, a laesposa debe el marido tratarla con mucha delicadeza. Procurando llenar siempre de afecto su corazón. Un marido brutal, áspero y que no satisface las necesidades de su hogar, qué espera de su esposa? Si no es ella de sentimientos delicados, pues lo primero que pensará es sacudir esta injusta opresión; por qué para mí todas las penas? pensará ella, y dejará vagar su imaginación como una mariposaloca de alegrías por ajenos vergeles muy lejos de su hogar. Después.... Qué será de su esposo? Qué de sus hijos? .... Si la esposa es de alma nobilísima, que onda de amargos pensamientos se levantará en su corazón. No pensará como la otra en sacudir la injusta tiranía; pero aquel dolor, aquel constante martillo de palo que golpea, pero no mata, irá agotando el cuerpo y el espíritu de aquella mujernacida para los dulces goces de un hogar feliz.

Los hombres son a veces muy injustos. Ellos se creen con derecho a proceder como quieren y piensan que las mujeres deben sufrirlos sin quejarse. Yo quiero, hijo, que no seas así; que si te casas, sean tu esposa y tu madre dos seres benditos para ti. La una te ha dado la vida, la otra te dará el gozo de vivirla. En la mujer hay una cualidad...