A propósito del racismo

A propósito del racismo
En realidad, gracias a la religión católica, los peruanos nos hemos librado, menos mal, hasta ahora, de ser un país racista, a pesar de que convivamos en él una pluralidadde etnias, por lo que el prototipo de peruano más común, sea el prove niente de un ancestral (o reciente) mestizaje. El racismo, entre nosotros, no tiene carta de naturaleza: las bromas raciales y elque sólo unos tengan acceso a la cultura y al poder va siendo cosa del pasado. Basta ver a nuestros últimos presidentes para corroborar este hecho. Es más, sin ir muy lejos, al revisar nuestrahistoria republicana, veremos a personajes como Augustín Gamarra, Andrés de Santa Cruz o a Nicolás de Piérola, a quienes los orgullosos exmarquesitos, ex condes u orgullosos oligarcas, se cuidaban de rendirpleitesía. Las causas de esto, es mejor no averiguarlas, aunque no dejan de marcar un contraste con la del poderoso país que es los EE.UU.AA (a pesar de que ellos también tienen en su actualpresidente, el primer afroamericano en llegar a la presidencia de dicho país, luego de casi dos siglos de predominio racial blanco, protestante y anglo-parlante, y que responde al nombre de Barack Obama, conquien no comparto muchos puntos de su agenda ideológica). Este actual situación en los Estados Unidos tiene su cuota de sacrificios y es de larga data, desde que el segundo presidente de esa nación,Thomas Jefferson, tuviese que hacer frente a las iras del Congreso estadounidense, por vivir con sus amante negra, Sally Hemmings y haber procreado siete hijos mulatos, exponentes de un mestizaje, queesa racista sociedad no aceptó, si bien para descargo de ello tengo que afirmar que son varios los temas que se mezclan en esta singular historia. Escritores como William Faulkner, denunciarían, ya enel siglo XX, esta hipócrita actitud de rechazo a los más humildes miembros de la sociedad norteamericana.
La diferencia de idiosincrasias culturales entre ambos países, Perú y los Estados Unidos,...