A propósito del yo me encargo

A PROPÓSITO DEL “YO ME ENCARGO”

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales, hay fuegos grandes, fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente defuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire con chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman, pero otros arden con tantas ganas que no se puedemirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende”.
Eduardo Galeano

No son pocos los veracruzanos que se sienten atraídos por ellenguaje corporal que los candidatos a la gubernatura están empleando, por supuesto, aderezado con mensajes escritos ponderados desde lo mercadotécnico, arrojándolos desde los medios para el consumo directoo subliminal del electorado.

Asistimos así a una lucha publicitaria interminable, que pareciera evitar proporcionarnos espacio meditativo alguno y que, por el contrario, persigue posicionamientosraudos para dejar a la acostumbrada excitación de una opinión superficial el veredicto final que plasmaremos en la boleta electoral el 4 de julio próximo.

Si bien gracias al marketing electoraldesapareció aquella vetusta propaganda partidista que plasmaba frases lapidarias repletas de ideología o de sentimientos patrios en las bardas de pueblos, ciudades, caminos y hasta en el último rincóndel país, no todas las personas renuncian al análisis de las palabras, de los contenidos publicitados en mil y una formas (espectaculares, volantes, presentaciones power point vía internet, discursos,entrevistas, etc.), de los nuevos elementos utilizados para conseguir la preferencia del electorado al menos en esta ocasión.

Aunque todo hace suponer que, hoy por hoy, se va imponiendo la tendenciade elegir para desempeñar los cargos públicos al más guapo, al más bizarro, al más astuto y no al mejor candidato que haga suyas las auténticas reivindicaciones de la sociedad, mediante propuestas...