a rentar la piel un rato

A RENTAR LA PIEL UN RATO
Sobre la acera de la calle Morelos, con una fachada no muy distinta a las casas de alrededor, con un color entre carne y marrón, dos grandes ventanales adornados con elegantes cortinas, tres espacios para estacionar autos, cuatro cámaras de seguridad y cinco chicas en el interior esperando, quizá por dinero o quizá por gusto, a que lleguen aquellos hombres dispuestos apagar por caricias frías y orgasmos fingidos.
Las estéticas masculinas son simples, sin muchos rodeos, pero siempre siguiendo el protocolo “Ellos llegan, ven fotos de las chicas, escogen a alguien, pagan, bajan por ellos y los llevan al cuarto” dijo el dueño del lugar. Y así, como cualquier catalogo de zapatos o utensilios para el hogar, estas chicas venden su compañía, su tiempo y su cuerpo.Las habitaciones son lujosas, espaciosas, con detalles seductores, a media luz, con inciensos, velas aromáticas, espejos, una mesita repleta de aceites para masajes, un baño, y por supuesto una cama con sabanas blancas, esperando visitantes que cumplan con la algarabía del deber.
Las chicas consiguen clientes por clasificados en los periódicos o anuncios en páginas web, un estilo de prostituciónmuy sofisticado, poniéndolo como un tipo de trato selecto, principalmente por que su seguridad es muy bien cuidada, sin los peligros de la calle o los maltratos en los clubs nocturnos.
Sin preocuparse de publicidad, seguridad, mantenimiento del lugar, policias, y un sinfín de cosas más, ellas llegan con su sola presencia solo a esperar y esperar que llegue trabajo, y es por eso que no les importaobtener solo 500 de los 1300 pesos que el cliente paga por una hora de compañía.
---------------------------------------------MELISSA-----------------------------------------------
“Un trabajo es un trabajo, solo que algunos, como el mio tiene muchos prejuicios detrás”. Dijo Melisa emocionada al principio y resignada al final, acompañando el comentario con un profundo suspiro, de esos que dan laimpresión que el alma grita.
Melisa es muy bonita, blanca, cabellos oscuro, ojos verdes y en algunos ángulos azules, con cara de inocencia, ni una sola impresión de malicia en la mirada que al final deja una emoción de nostalgia inexplicable, alta y de piernas torneadas, pero con muchos secretos dentro de ella, cosas que debe gritar pero sus gritos son ahogados, hacia adentro. Tal vez por esolos constantes suspiros.
“Es una vida de mentiras, mientes todo el tiempo, mientes en tu casa, a tus papas, a tus amigos, en la escuela, a los clientes, a tus compañeras de trabajo, es lo único que hago, mentir” lo decía como un reclamo, como una queja y con la voz entrecortada. “desde el saludo, -Hola me llamo Melisa, hasta -Me fue bien en mi trabajo.”
Todos los días entra en aquel cuarto queparece decorado por profesionales, saluda, algunas veces comienza la plática previa a los placeres fingidos que obligatoriamente por dinero esta forzada a dar, se desviste al ritmo de la música ambiental, comienza el masaje que se convertirá en un acto sexual completamente mecánico y de rutina, así hasta 3 o 4 veces por día.
Es una chica normal, no ha vivido algo que la haya marcado, ni unainfancia difícil, ni maltratos, ni un padre golpeador o mamá alcohólica, no tiene una historia trágica que contar, solo le gusta el dinero. “No tengo un motivo para estar aquí, simplemente me gusta comprar cosas caras supongo”.
En realidad vive bien, en una colonia bonita, con una hermosa familia nuclear, un novio que la ama, muchos amigos, cursa el 4 semestre de derecho, “realmente no puedo quejarmede mi vida” lo dijo seguido de un largo silencio que interrumpió “la güera”.
_________________________________ la güera___________________________
Entra gritando, casi desnuda, con un conjunto de ropa interior rojo, tacones negros y una bolsa en la mano, sin ningún pudor se sienta en el sillón que quedaba libre y pregunta con un tono entre chismoso y curioso a la vez, “¿De que hablan?”....