A Solas Con Dios

Dos días después de terminar la JMJ en Madrid el pasado agosto, me fui bien cargada dirección Copenhague. La ciudad de los lagos se convirtió entonces en mi nuevo hogar. Al llegar me sentí totalmentedesvalida, perdida, sin saber muy bien qué iba a pasar a partir de entonces. Me vine aquí a Copenhague, para terminar mi carrera, con una beca Erasmus. Recuerdo, que cuando realice la solicitud parael Erasmus, sólo pensé en poner primero los países de docencia en habla inglesa, aquellos que me habían recomendado otros compañeros, pero en ningún momento me paré a pensar si en aquel lugar habíacatólicos o no.
A lo largo de mi vida he estado constantemente rodeada de gente atea y agnóstica, mi colegio era laico (Kensington School), mi universidad también (Universidad Politécnica de Madrid),por lo que estaba acostumbrada a ser el bicho raro, la que cree. Pero en esta nueva casa, por primera vez me sentí totalmente sola en mi relación con Dios. “Soy schonestattiana” desde los seis años,cuando empecé como Apóstol de María. Desde esos años hasta la actualidad en mi fe me han acompañado muchas personas, amigos, hermanas de grupo, la rama en si… pero por vez primera tenía que ser yo laque me buscase el tiempo, el lugar, la manera de que mi relación con Dios siguiese funcionando.
El comienzo fue difícil, no tenía casa, no sabía danés (sigo sin saberlo), no tenía un lugar que pudiesesentir como hogar, así que no sabía cómo encontrarme con Dios. Pero mirando por internet vi que en una iglesia cerca del puerto había los domingos una misa a las tres de la tarde en español. No lopensé ni dos veces, el primer domingo que pude me fui a esa misa. El padre encargado de esa misa es un cura español del camino neocatecumenal que lleva aquí más de 15 años. Desde mi punto de vista es uncrack, es impresionante como cada domingo es capaz de dejarme perpleja con sus homilías, siempre tiene las palabras precisas y sabe como exigir a los feligreses. Sin demasiada confianza ese primer...