A. M. Hespanha, Cultura jurídica europea. Síntesis de un milenio
CAPÍTULO 1
LA HISTORIA DEL DERECHO EN LA FORMACIÓN DE LOS JURISTAS
Se ha escrito mucho sobre la importancia de la historia del derecho en la formación de los juristas. Se ha dicho que sirve para la interpretación del derecho actual; que permite la identificación de valores jurídicos que perduran enel tiempo (o incluso, valores jurídicos de siempre, naturales); que desarrolla la sensibilidad jurídica; que ensancha los horizontes culturales de los juristas. Asimismo, la vida diaria nos enseña que los ejemplos históricos dan un cierto brillo a la argumentación de los juristas y, en ese sentido, pueden aumentar su poder de persuasión, sobre todo ante una audiencia forense...
Confrecuencia, toda esta discusión sobre el interés pedagógico de la historia jurídica se limita a la simple afirmación de que es una disciplina formativa para los futuros juristas. Pero en contadas ocasiones se dice exactamente por qué.
En este curso concebimos la historia del derecho como un saber, de hecho, formativo, pero de naturaleza distinta a la de la mayoría de las disciplinas dogmáticas que seimparten en los planes de estudios jurídicos.
Estas últimas disciplinas tratan de implantar certezas en el derecho vigente, mientras que la misión de la historia del derecho es, por el contrario, la de problematizar el presupuesto implícito y acrítico de las disciplinas dogmáticas, o sea, el de que el derecho de nuestros días es el racional, el necesario, el definitivo. La historia del derechorealiza esta misión subrayando que el derecho, sólo es posible (situado, localizado) «en sociedad» y que, independientemente del modelo usado para describir sus relaciones con los contextos sociales (simbólicos, políticos, económicos, etc.), las soluciones jurídicas son siempre contingentes en relación a determinado entorno (o ambiente). Siempre son, en este sentido, locales.
En el ámbito de laformación de los juristas, seguramente esta función crítica puede ser asumida por otras disciplinas. La sociología o la antropología jurídicas, cierta teoría del derecho o incluso la semiótica o la informática jurídicas podrían desempeñarla. Sin embargo, el conservadurismo de la mayor parte de las Facultades de Derecho ofrece una fuerte resistencia -que también puede ser explicadasociológicamente (cf. Bourdieu, 1986)- a la inclusión de estas disciplinas, dado que arriesgarían esa naturaleza implícitamente apologética que los estudios jurídicos aún tienen. Además, según los juristas más convencionales, la inclusión de estas disciplinas provocaría que el estudio de las normas -que debería ser la ocupación exclusiva del jurista- quedase difuminado en el estudio de los hechos sociales, loscuales constituyen la base de los saberes sociales empíricos, como la sociología y la antropología. Como la idea de rigurosa separación (Trennungsdenken) entre los hechos (Sein) y las normas (Sollen), procedente de la teoría jurídica del siglo pasado, continúa siendo el núcleo ideológico de los juristas (Bourdieu, 1986), esta intromisión del conocimiento social empírico en el mundo de losvalores jurídicos sigue siendo de largo inaceptable.
Por esto, y desde un punto de vista táctico, la historia del derecho, al ser una disciplina tradicional en los currícula jurídicos, puede representar-tal vez con algunas ventajas adicionales-el papel que aquellas disciplinas no deseadas iban a desempeñar.
Naturalmente, para desempeñar este papel, la historia del derecho no puede presentarse decualquier manera. A pesar de no haber ajustado adecuadamente su metodología, la historia jurídica puede mantener -y ha mantenido- diferentes discursos sobre el derecho.
1.1. LA HISTORIA DEL DERECHO COMO DISCURSO LEGITIMADOR
Realmente, la historia del derecho puede desempeñar un papel opuesto a aquel que se ha descrito, o sea, puede contribuir a legitimar el derecho establecido. El derecho, en...
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