El Curioso Caso de José Carrasco

El Curioso Caso de José Carrasco por Jur
Todo marchaba como cualquier día en la Brigada de Ubicación de Personas Metropolitana. Un par de llamadas denunciando la clásica desaparición del marido o hijo farrero perdido obviamente en las sabanas de alguien…. O familiares demasiado aprensivos. Obviamente habían llamadas y personas que acudían con casos reales y en serio, algunos provocados porenfermedades mentales o por las avanzadas edades.
El inspector Evaristo Sanhueza terminaba de tomar unos antecedentes acerca de un joven esquizofrénico que llevaba dos semanas sin dar señales de vida ni a sus familiares, ni amigos, ni cercanos, cuando un hombre adulto, de unos treinta y cinco o cuarenta años, más bien delgado, de apariencia tranquila, serena, pero con algo en su interior queperturbaba esa aparente calma, entra a su oficina al tiempo que golpea la puerta.
Puedo pasar? - dice el hombre a media voz.
El inspector lo hace pasar sin levantar la cabeza de los papeles que ordena y clasifica dentro de un archivador.
Tome asiento… cuénteme ¿quién lo trae por aquí? - A veces el inspector intenta dar ánimos a las personas con sutiles bromas o chistes que sólo sus años deexperiencia pueden captar a la primera.
El hombre, se sienta, forzando un poco su sonrisa, quizás porque no entendió el sutil chiste del inspector, o porque simplemente no tiene sentido del humor.
Bueno pues dígame… - insiste el inspector Sanhueza, poniéndose serio. El hombre lo mira fijo y nervioso, titubea. Algo quiere decir pero lo tiene atorado en su garganta.
Soy el inspector Evaristo Sanhueza,quiere un poco de agua o un café? – le dice al hombre quién tiene la boca seca y los labios un tanto partidos.
El hombre mira fijo al inspector, se pone de pie repentinamente en ademán de salir corriendo de la habitación pero se detiene en seco. Evaristo lo mira con curiosidad - Lo puedo ayudar Don …
José – responde el hombre – José Carrasco – se da media vuelta y vuelve a sentarse en su lugarmirando el suelo.
El inspector lo observa, en silencio – Algo perturba y a la vez, avergüenza a este tipo – piensa, y observa que el tal José intenta mirar de reojo a la puerta.
Silencio. Evaristo no hace nada, sólo contempla a José, en silencio, abstraídos ambos en sus mundos interiores.
Repentinamente, se abre la puerta de la oficina del inspector, José se sobresalta, mirando con horror haciala puerta. Evaristo da un salto también, tanto por la reacción de José, como la impertinencia de un joven detective que viene a dejar unos papeles.
Los tres sobresaltados, se miran casi sin aliento.
El joven entrega los papeles al inspector y éste, dejándolos sobre su escritorio, se acerca donde José.
Bueno José ¿me va a contar lo que le ocurre?¿de quién se trata?
José, como no entiendo loque escucha, mira a los ojos al inspector, y con voz un tanto baja pero segura, le dice: Me vengo a reportar como presunta desgracia.
¿Perdón? – le responde Evaristo. Vengo a reportarme como presunta desgracia… responde un poco mas alto José.
El inspector no puede evitar sonreir, en intenta decir algo gracioso, pero José se adelanta, diciendo, como quién vomita al final de tanto sufrimiento:Inspector vengo del futuro, un futuro cercano, de la próxima semana para ser exacto, y como ve, estoy viajando a través del tiempo, motivo por el cuál… desapareceré… no encontrarán ningún resto de mi persona, sólo lo que dejé en mi casa y…
Y su máquina del tiempo - interrumpe el inspector, muriendo de risa internamente.
No. Dejo en mi casa las pruebas de mi existencia y de lo que le estoydiciendo – contesta Carrasco. Pero cómo viajó por el tiempo si no va en una máquina o ¿acaso tiene un dispositivo, o...
Sabía que no me creerían. Señor inspector, sólo el tiempo me dará la razón. Sólo el pasar de los años harán que lo que digo, es cierto.
Mire José… José ¿no? Si anda viajando en el tiempo, porque viene a reportar su desaparición? ¿Sólo ha podido viajar en el tiempo una semana...