¡El protector solar ideal tampoco existe!

Por Natalia Pacioni y Liliana Jimenez,
Investigadoras Asistente de CONICET en el INFIQC
¿Qué sucede si en un día de lluvia salimos con un paraguas y para que éste no se moje, o dañe, abrimos otro ylo colocamos por encima? Curiosamente, aunque parezca ridículo, esta metodología la empleamos cada vez que nos colocamos un protector solar, cualquiera sea el factor de protección (FPS) y la empresaque lo realice. Esta graciosa comparación la expresó un reconocido investigador suizo, el Dr. H. H. Gozenbech, químico especialista en el estudio de la interacción de la radiación solar con nuestroorganismo.
Cada verano nos recomiendan el uso de protectores solares para defendernos de los rayos del sol, evitando así quemaduras en la epidermis y reduciendo el riesgo de contraer, principalmente,cáncer de piel. Sin embargo, mas allá de las recomendaciones médicas acerca de los daños que puede producir en la piel una sobredosis de luz solar, las estadísticas realizadas en los últimos añosmuestran un incremento de casos de cáncer y otras dolencias menos comunes como la Xerodermia Pigmentosa, una enfermedad hereditaria de la piel.
Dime qué tipo de radiación solar tomas y te dire…
¿Cuál esprecisamente la relación entre estas enfermedades y la luz del sol? Y, en consecuencia, ¿cómo podemos ayudar a nuestra piel a resistir estos combates?
Básicamente, en la radiación solar se encuentrandiferentes tipos de radiación UltraVioleta (UV): UVA (contiene menor energía), UVB (energía intermedia) y la UVC (muy energética). Esta última es bloqueada naturalmente por la capa de ozono de nuestraatmósfera terrestre, pero no ocurre lo mismo con las otras dos.
Tanto UVA como UVB pueden producir diversos daños cuando son absorbidas por la piel prolongadamente, como por ejemplo, las muyconocidas quemaduras solares (enrojecimiento y dolor intenso en la piel), fotoenvejecimiento (aparición temprana de arrugas y manchas en la piel asociadas con la edad) y la aparición de melanomas...