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Belesar

DESCRIPCIÓNFÍSICA

En cuanto a lo que a ostentaciones concierne, se trata de una enorme criatura que es el resultado de la mezcla entre jaquetones y humanos, habiendo tomado predominancia la naturaleza de tiburón. De este mismo modo, luce un enorme cabeza repleta de unas fauces dentadascapaces de devorar grandes cantidades de carne en segundos; ojos pequeños y branquias condicionadas para procurar respiración subacuática. Asimismo, su fuerte musculatura le dota de una fuerza semejante a la de un metamorfo de tamaño grande. Todo su cuerpo es similar al de un humano, con brazos, torso y piernas, si bien en vez de pies y manos luce enormes garras, y continúa necesitando habitar cercade zonas costeras o cercanas a grandes masas de agua para mantenerse hidratado, siendo por lo tanto ambientes secos, como los desiertos, mortales para él.

De estatura promediable, por encima del metro y maedio con otros pocos centímetros ocupando una complexión esbelta, carente de metabolismo hormonal salvo en muslos y busto. En cuanto a lo que a ostentaciones concierne, el atractivo de Y'rel seve ostentado en su exótica estampa: insondable y misteriosa por donde se la vea. De dermis extremadamente nívea, tersa al tacto, sensible a la presión, cobrando un tinte cinéreo en labios y oquedades como pómulos, párpados y labios; éstos últimos dos denotan el manar de nítidos tatuajes con formato de líneas verticales, transmitiendo cierto aire de perversidad. Mantiene un gesto parco la mayorparte del tiempo, en tanto no se le inste a mudarlo. Sus orejas son puntiagudas, aunque suele ocultarlas bajo su yelmo, al igual que los oscuros cuernos que coronarían disparados desde la frente al contorno del hueso parietal. Porta una larga melena que rivaliza con la albura de su piel, desplegándose en una fina cascada hasta alcanzar los tobillos; normalmente la lleva al vuelo, dado que no es delas que combaten mediante piruetas o movimientos vertiginosos. En cuanto a sus ojos, estos se caracterizan siniestros en potencia como innatas herencias de su raza, de presencia amedrentadora por naturaleza; gozan de fulgor propio, uno profundo, capaz de imbuir en quien los observase largo rato un viaje directo al pavor más puro debido tanto a su color, astral, como al casi antinatural resplandor...