H.E.Y.S.A.

A nivel mundial, los años 80 se caracterizaron por una gran inestabilidad en la economía internacional, lo que trajo oscilaciones en las tasas de crecimiento, precios y en los flujos de comercio y capitales.
Como respuesta a esto, los países comenzaron un reajuste macroeconómico y una reestructuración industrial. Los desequilibrios en la balanza de pagos desencadenaron una elevación de lastasas de interés, que trajeron duras consecuencias para los países endeudados. La crisis fiscal se ubicó tanto en los países desarrollados como en los tercermundistas. Los países más pobres expedían fondos líquidos a los más ricos, siendo la mayor América Latina. Las instituciones financieras multilaterales y la banca acreedora presionaban para recuperar los créditos otorgados.
Entre 1986 y 1987 lasituación del endeudamiento latinoamericano se agravó cuando Brasil rechazó los condicionamientos impuestos por el FMI. En algunos países, incluido Argentina, la aceleración en el crecimiento de precios desembocó en graves procesos hiperinflacionarios. Los precios del petróleo iniciaron una tendencia declinante, lo que permitió que países como Japón, desplazaran a la OPEP. El comercio internacionaltomó mayor dinamismo, pero las exportaciones representaban menos del 20% del producto mundial.
En la década del 80 comenzó a hablarse de globalización, esto presentó un escenario económico distinto, dominado por las empresas transnacionales. La aparición de los mercados emergentes reforzó el riesgo de inestabilidad global, el cual resulta en una disfunción de los sistemas bancarios yfinancieros, lo cual agravaba los desequilibrios.
Desde su asunción, Alfonsín manifestó la voluntad de establecer una relación madura con la potencia hegemónica del sistema capitalista, tratando de despejar los temores de la Administración Reagan.
El gobierno argentino tenía una visión del escenario mundial distinta de la de Reagan. Rechaza el esquema Este-Oeste como modelo explicativo de la problemáticamundial tal como lo concebía el gobierno estadounidense. Desde su perspectiva, la paz y la seguridad en el mundo estaban amenazadas por los desequilibrios entre ricos y países en desarrollo característicos de la problemática Norte-Sur; para los “neoconservadores” de Reagan las amenazas provenían de la Unión Soviética y de sus “vicarios” en América Latina, Cuba y Nicaragua por lo que privilegiabanlas consideraciones estratégico-militares en lugar de las socioeconómicas.
Tras el encuentro entre Alfonsín y Reagan (1984) las relaciones bilaterales evolucionaron hacia un mayor grado de convergencia. Las presiones del gobierno norteamericano y la necesidad del gobierno argentino de mejorar las relaciones con la potencia hegemónica determinaron una baja del perfil de la acción externa unilaterala la interferencia estadounidense en la sub región.
Para el gobierno argentino el apoyo de los Estados Unidos era necesario para alcanzar un doble objetivo. Primero, consolidar el proceso democrático en momentos en que la Administración Reagan. Por el otro lado, renegociar la deuda externa en mejores condiciones, contando con la asistencia de Washington.
El viraje de la política exteriorargentina comenzó al asumir en 1985 el nuevo equipo económico conducido por Sourrouille. Con la puesta en marcha del Plan Austral, en junio de 1985, se decidió afrontar los compromisos externos del país aceptando las reglas de juego existentes y encarando las reformas estructurales, el gobierno norteamericano y los organismos financieros internacionales apoyaron la gestión económica del ministroSourrouille. En 1986, la Casa Blanca presionó para que el Comité de Bancos priorizará las negociaciones con la Argentina antes que con el Brasil. En 1987 apoyó la concesión de un préstamo por 500 millones de dólares a la Argentina por parte de doce países industrializados.
En 1989 las autoridades norteamericanas comenzaron a manifestar cierta reticencia ante el gobierno argentino; cuando era evidente...