H. P. Lovecraft, contra el mundo, contra la vida
Apesar de que no todos hemos leído al rarito de Lovecraft (yo, por ejemplo, sólo he consumido un par de cuentos suyos), lo cierto es que Lovecraft ha impregnado tanto nuestro acervo cultural queprobablemente a todos vosotros os sonarán cosas como las agrestes colinas al oeste de Arkham, la Universidad de Miskatonic, Irem, la ciudad de las mil columnas, Dagón, Nyarlathothep y el blasfemoNecronomicón, cuyo nombre sólo puede pronunciarse en voz baja.
La literatura de Lovecraft fundó una nueva manera de tratar el terror. Lovecraft ya no recurría a elementos sobrenaturales sin más sino amitologías que él mismo armaba con tal minuciosidad que, finalmente, muchos lectores empezaron a creer en ellas (¿quién de vosotros todavía cree que el Necronomicón es un libro real?).
Lovecraft también fueel primer autor en incluir datos casi enciclopédicos sobre lo que narraba, aunque ello fuera una criatura abominable imaginaria. Ese plus de verosimilitud, de cercanía científica, antropológica,geológica y arquitectónica, conseguía que el terror pareciera más próximo. Lovecraft lograba mantener al lector en vilo, subyugándole poco a poco, sólo incluyendo textos que bien podrían haber formado partede un manual de biología. Este recurso podemos observarlo en mayor medida en En las montañas de la locura, donde Lovecraft despliega una documentación casi enfermiza sobre espeleología, química,...
Regístrate para leer el documento completo.