I don't know
HERALDOS
NEGROS
Los
Laberintos
36
CÉSAR VALLEJO
Los heraldos negros
César Vallejo
LOS HERALDOS
NEGROS
Edición de divulgación basada en la de
Ricardo González Vigil (99)
Lima, 2007 [Lima, 1918]
Laberintos
2
CÉSAR VALLEJO
2008 DERECHOS RESERVADOS
DE ESTA EDICIÓN EN FORMATO ELECTRÓNICO
Centro Peruano de Estudios Culturales
EdicionesLaberintos es una marca comercial del
Centro Peruano de Estudios Culturales
Edición distribuida por Páginas del Perú S. A. C.
www.paginasdelperu.com
DIGITACIÓN
Alumnos de la promoción 2003
del Colegio Trilce Surco,
dirigidos por Karem Robertson y Óscar Limache
PRIMERA REVISIÓN
Rosario Rivas Tarazona
REVISIÓN FINAL
Paul Forsyth
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Ana María TesseySUPERVISIÓN Y EDICIÓN GENERAL
Óscar Limache y Alexander Forsyth
PINTURA DE PORTADA
Ricardo Wiesse
3
Los heraldos negros
ÍNDICE DE LOS PRIMEROS VERSOS
Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
9
PLAFONES ÁGILES
Luna! Corona de una testa inmensa,
Linda Regia! Tus venas son fermentos
Dulce hebrea, desclava mi tránsito de arcilla;
Vengo a verte pasar todos los días,
Al callarla orquesta, pasean veladas
Luciré para Tilia, en la tragedia,
He soñado una fuga. Y he soñado
Lirismo de invierno, rumor de crespones,
Ausente! La mañana en que me vaya
Melancolía, saca tu dulce pico ya;
Cual hieráticos bardos prisioneros,
3
4
5
6
7
8
9
20
2
22
23
BUZOS
Es una araña enorme que ya no anda;
Dulce hogar sin estilo, fabricado
Pasamos juntos. El sueñoMás acá, más acá. Yo estoy muy bien.
27
28
29
30
DE LA TIERRA
—Si te amara… qué sería?
Amada, en esta noche tú te has crucificado
33
34
4
CÉSAR VALLEJO
Verano, ya me voy. Y me dan pena
Aquella noche de Setiembre, fuiste
Esta tarde llueve, como nunca; y no
Señor! Estabas tras los cristales
La noche es una copa de mal. Un silbo agudo
Pureza amada, que mis ojos nuncaLlegué a confundirme con ella,
Silencio. Aquí se ha hecho ya de noche,
35
36
37
38
39
40
4
42
NOSTALGIAS IMPERIALES
En los paisajes de Mansiche labra
La anciana pensativa, cual relieve
Como viejos curacas van los bueyes
La Grama mustia, recogida, escueta
Fulge mi cigarillo;
El puño labrador se aterciopela,
Echa una caña al aire el indio triste.
Madrugada. La chicha al finrevienta
Ni sé para quioén es esta amargura!
Yo soy el corequenque ciego
Vierte el humo doméstico en la aurora
Lejana la vibración de esquilas mustias
Qué está haciendo esta hora mi andina y dulce Rita
45
45
46
47
48
50
50
5
52
53
54
56
58
TRUENOS
Y el alma se asustó
Hoy no ha venido nadie a preguntar;
Así pasa la vida, como raro espejismo.
Me siento bien. Ahora
6
6263
64
Los heraldos negros
El suertero que grita “La de a mil”,
Se bebe el desayuno… Húmeda tierra
Color de ropa antigua. Un Julio a sombra,
Como horribles batracios a la atmósfera,
Anoche, unos abriles granas capitularon
Cada cinta de fuego
Subes centelleante de labios y ojeras!
Hasta cuándo estaremos esperando lo que
Amada: no has querido plasmarte jamás
Solo al dejar de ser, Amores fuerte!
Esta mañana bajé
Yo digo para mí: por fin escapo al ruido;
Ir muriendo y cantando. Y bautizar la sombra
Dios mío, estoy llorando el ser que vivo;
Hay ganas de volver, de amar, de no ausentarse,
Viejo Osiris! Llegué hasta la pared
En Lima… En Lima está lloviendo
Amor, ya no vuelves a mis ojos muertos;
Siento a Dios que camina
En esta noche mi reloj jadea
Arriero, vasfabulosamente vidriado de sudor.
5
65
66
68
69
70
7
72
73
74
75
76
77
78
79
80
8
82
83
84
85
86
CANCIONES DE HOGAR
Por los cuadros de santos en el muro colgados
Mi padre duerme. Su semblante augusto
Hermano, hoy estoy en el poyo de la casa,
Mi padre, apenas,
Yo nací un día
89
90
9
92
94
6
CÉSAR VALLEJO
Los heraldos negros
7
Qui potest capere...
Regístrate para leer el documento completo.