J.f. lyotard y gianni vittamo
Dios: La opacidad intrínseca del ente infinito ante la manifestación del Absoluto impide la total transparencia de la revelación y postula la distancia y la diferencia. La tercera advertencia o sugerencia para un hablar no idolátrico de Dios, propugnado por el pensamiento postmoderno, sería aceptar la crítica radical al pensamiento de la representación y renunciar definitivamente aaplicarlo a Dios. Abandonar este dominio de la representación supondría abandonar el dominio del Ser, no aplicar a Dios ni la denominación del “ser supremo”, “causa sui”, etc., y acceder al ámbito del amor. Lo cual quiere la entrega al amor, la permeabilidad y la rendición de mi campo de perspectiva frente al tuyo (suyo). Supone referirse a Dios como a un Tú. Entregarse al “trabajo del amor”.Supone no dictar al ser lo que tiene que ser, sino dejarle ser. Y no solo en el terreno de la religiosidad fundamental primado está en la experiencia. Frente a los desafíos de la modernidad, sobre todo de la racionalidad funcional y sus cristalizaciones institucionalizadas, vale la sugerencia postmoderna: no podemos anticipar un modelo
Hombre: “Aquellas viejas narraciones, entre autocomplacientesy consoladoras, que integraban la instancia gnoseológicas y la moral en una global historia de la evolución del Espíritu (o de la Humanidad) han dejado paso a la cruda constatación del carácter de fuerza productiva central que ha adquirido la ciencia en las sociedades industriales avanzadas, a la evidencia incontestable de que el conocimiento tiende a ser traducido en cantidades de información,las cuales a su vez, circulan en el mercado como una mercancía más que se compra y se vende. […] Ha roto su vinculación con determinados ideales para abandonarse al sistema productivo: ha sumido de esta forma sus criterios de rentabilidad y eficacia.” En otras palabras, “No es la ausencia de progreso, sino, por el contrario, el desarrollo tecnocientífico, artístico, económico y político lo que hahecho posible el estallido de las guerras totales, los totalitarismos, la brecha creciente entre la riqueza del norte y la pobreza del sur, la desculturización general con la crisis de la Escuela, es decir, de la transmisión del saber…”.
Alma: El alma, en lo sublime, está petrificada por el estupor, está inmovilizada, como si estuviera viva, pero, a la vez, muerta. El arte al intentar alejar estaamenaza del terror procura el placer del alivio, del deleite, el conjuro de lo encubierto. Gracias al arte, el alma se entrega a la agitación entre la vida y la muerte. Lo sublime es cuestión de intensificación. Es la ausencia del aliento, el estar en vilo. El arte empujado por la estética de lo sublime va tras la búsqueda de efectos intensos, intenta realizar combinaciones sorprendentes,insólitas, chocantes. El intento del arte es, por excelencia, que suceda algo, en lugar de que no suceda nada, que no se produzca la privación suspendida . Pero esta el placer, que es condición de lo sublime.
Mundo: En toda sociedad existe un centro legitimador, que se conoce como metarrelatos, que cohesionan y articulan el todo social. Así, en las sociedades premodernas el metarrelato era de origenmítico y religioso, en la modernidad ocupan su lugar los metarrelatos basados en la Razón Ilustrada. ¿Y cuáles son esos metarrelatos de la Modernidad?, pues el principio de emancipación de la ignorancia y la servidumbre por medio del conocimiento y la igualdad; el principio de emancipación de la pobreza por el desarrollo técnico y económico del sistema capitalista; y por último, el principio deemancipación de la explotación gracias al discurso marxista. Se trata, por lo tanto, de un discurso marxista escondido propio de un marxista defraudado por el propio marxismo. Pero cuidado, las palabras de Lyotard no pierden valor por tener una esencia marxista, sino por aplicar de manera estupenda los postulados de la postmodernidad que defiende.
Cómo puede uno afirmar lo afirmado y quedarse tan...
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