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undaba el local. Hizo un gesto de asentimiento e inició lento el avance hasta él, pasando por entre la abigarrada variedad de público, todavía inclasificable a aquella hora. Serafín ocupaba una mesa de la que habían cogido dos sillas los de la mesa contigua, una tercera estaba ocupada por una pareja sentado uno encima del otro y la cuarta es la que él cogió para sentarse con su amigo
Marianoentra en el bar de Tomás:
Buscaba a Ismael y a Serafín, no les encontró y le extrañó porque eran aquellos sitios los que antes frecuentaban, aunque quizá era un poco más temprano de lo habitual.
El bar El tornillito:
Estaba animado, pero no era más que un local de mala muerte para viejos jugadores de dominó y aficionados al fútbol los domingos por la tarde a la hora del Canal Plus. Lázaropasaba por delante cuando vio dentro al padre de José Luis bebiendo y se detuvo.
José Luis propone ir al bar de Monchu:
Aquello está cada vez más amariconado. En cuanto un sitio se pone de moda, todos los bujarras revolotean por él.
Y después propone el bar Aguijón: Hay pijas.
Serafín propone el No: Buena música.
Finalmente se deciden y van al bar Monchu:
Estaba casi lleno, y por encimadel bullicio la gente parecía estar pasándolo bien, Lázaro exteriorizó su pensamiento con una frase que resumía su estado de ánimo. Señaló a un pareja que bebía en silencio, luego a cuatro tíos secos, con cabello largo, atentos a cualquier aparición femenina solitaria. Al fondo un grupo de quinceañeros serios porque ninguno se reía. Todos estaban fumando y las siluetas se veían difusas por laneblina. También ellos cinco estaban fumando. llenos de basuras que aún no habían sido devorados por la progresión de la ciudad. El paisaje, bajo la noche era desangelado, y eminentemente frío. La luna y las escasas luces diseminadas en algunos puntos no bastaban para hacerlo agradable, Daba la impresión de ser el trasero del mundo sucio y olvidado.
La puerta de la barraca se abrió y por el huecoapareció Mohamed , en calzoncillos. El blanco contrastaba con el tono oscuro de su piel. La bombilla más cercana estaba a unos veinte metros de donde se encontraban, así que la escena acabó teniendo un aire fantasmal.
El árabe, arrancando bruscamente del sueño, les miró de uno en uno, sin dar muestras de comprender nada.
Mesa de la casa de Mohamed:
Lázaro tropezó con algo resultó ser una especiede mesa formada por dos latas, una encima de la otra y con una madera encima
Cuando sacó el mechero dentro de la chabola:
Lázaro sacó su mechero. La primera lumbre les permitió ver una escena fantasmal, por el simple foco luminoso tanto como por las sombras que ellos mismos proyectaban. (...) Se puso a registrar la única estancia, con el mínimo cuidado para los escasos objetos que contenía.Levantó el colchón del suelo, un viejo y sucio colchón recogido en algún vertedero. Lo echó a un lado con cara de asco. Su siguiente objetivo fue un mueble de madera sin puertas, con algunos estantes llenos de objetos inútiles. Rompió un par de vasos y una jarra. (...) Lázaro acerco la débil luz. José Luis se agachó para recogerla. Era de madera, bastante gruesa, de unos 40 cm de largo por 20 deancho y uno 15 de alto. Mohamed saltó hacia ella. Se encontró con la amenazadora figura de Lázaro interponiéndose.. La llamita confirió a su rostro un cruzado de sombras amenazadoras.
Tiempo
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Externo:
Se sitúa a finales de los años 80 comienzo de los 90. Se reconoce fácilmente por el tipo de música y la forma de la que visten los protagonistas.
Interno:
Cada personaje cuenta suhistoria cronológicamente, pero en el transcurso de la historia hay saltos en el tiempo.
El narrador rememora que Serafín sueña con ser una estrella de la música y tocar la guitarra algún día en un escenario en la página 94 capítulo 45.
El narrador y los personajes demandan de nuevo costo a Mohamed y este les dice que no tiene en la página 143 capítulo 80.
El narrador o José Luis recuerda...