M.J Sandel

Michael J. Sandel entiende por justicia la manera correcta de distribución de las cosas que la sociedad aprecia. Estas cosas se resumen en ingresos y patrimonios, deberes y derechos, poderes y oportunidades, oficios y honores.
El autor, a su vez, distingue tres formas de que dicha distribución sea abordada: según el bienestar, según la libertad y según la virtud.
Al principio del libro nosexpone estos tres criterios de clasificación de una forma muy clara con tres ejemplos perfectamente ilustrativos.
Nos hace ver cada una de estas formas de concebir la justicia con la situación vivida después de un desastre natural como es un huracán, y los precios abusivos a los que fueron sometidos los ciudadanos al reparar los daños causados, poniendo en cuestión si se trataba de una actitudcodiciosa o desaprensiva por parte del mercado.
La segunda situación que nos describe para ilustrarnos otra manera de ver la justicia es aquella en la que se cuestiona qué heridas de guerra merecen una condecoración, más en concreto, si los heridos psicológicos de guerra, aquellos que sufrían estrés postraumático o depresión al volver de la contienda, merecían la condecoración tanto como aquellosque habían derramado sangre.
Por último la tercera situación nos pregunta si cada uno obtiene lo que se merece a través del caso de la crisis financiera de los bancos e instituciones de Wall Street, y las desorbitadas cifras que obtuvieron los directivos de estas grandes empresas después de haber obtenido una inyección considerable de dinero público.
Este libro es un análisis de los puntos fuertesy débiles de las tres formas de entender la justicia.
Antes de exponernos estas teorías, el autor nos introduce en lo que él define como dilemas morales. En las sociedades democráticas hay un gran desacuerdo entre el bien y el mal, lo que es justo, y lo que no. Las guerras culturales tienen como motivo la lucha por estos desacuerdos. En estos casos, normalmente, la convicción moral está fijadapor distintos motivos, que ya pueden ser la crianza, la fe, o elementos que van más allá de la razón.
Llegado a este punto el autor nos propone una pregunta: ¿cómo podemos abrirnos a la razón para ver lo que es justo y lo que es injusto, la igualdad y la desigualdad?
Michael Sandel se propone despejar esa duda en los siguientes capítulos del libro. Para empezar, la reflexión moral surgeenfrentarse naturalmente a una situación moral de cierta dificultad. Ante esa situación, el individuo forma una primera opinión o convicción acerca de lo que debe hacer. Es entonces cuando buscamos la parte racional de ese convencimiento y el principio en el que está basado (como nos explica con el ejemplo del tranvía: ).
Este principio puede contener cierta confusión ().
Sentir la fuerza de esaconfusión y la presión por despejarla es el impulso que lleva al hombre a la filosofía.
Esta forma de concebir los dilemas morales: el diálogo entre los juicios que emitimos en un principio sobre las situaciones particulares y los principios que buscamos mas tarde en esa convicción viene de la filosofía moral de Aristóteles. Aún viniendo de lejos, mantiene la duda: si la reflexión moral consiste enconseguir la concordancia entre los dos elementos mencionados anteriormente ¿cómo nos conduce una reflexión así a la justicia o a la verdad moral?
La respuesta que da el autor a esta pregunta, es que la reflexión moral no es propia, o subjetiva, sino un “empeño público” que requiere un interlocutor, ya sea real o ficticio, y rechazar la introspección, con la cual no alcanzaremos el significado dela justicia o de la mejor manera de vivir.

Retomamos ahora las formas que nos exponía el autor de entender el concepto de justicia.
La primera de estas formas, el utilitarismo, también llamado principio de máxima felicidad, doctrina promovida por Jeremy Bentham, la cual tendría una gran influencia a lo largo del tiempo.
Hoy en día sigue en auge entre economistas, ejecutivos, gestores...