:P locos

PARTE 1
El turista
No me encontraba en mi ciudad, pero no sé por qué me parecía que era la misma.
En el lugar donde me encontraba era la plaza (muy parecida a la de mi ciudad), al este un edificio muy viejo donde funcionan comercios, al norte una gran catedral (que al momento de verla me provoco pánico), al sur otro edificio de comercios (que me provocaban lo mismo que la iglesia) y atrás míoal parecer un edificio público (por el montón de burócratas que entraban y salían y los sonidos de oficina ajetreada que expedía).
Los sentimientos que provoca lo desconocido, siempre nos impulsa o más bien nos empuja a la curiosidad mortal que luego lamentamos.
Bueno me encontraba en esa extensa plaza cuando de esa curiosa catedral sonaron las campanas y las enormes puertas de madera albina seabrían, escuchaba que un montón de voces se acercaban a la salida, camine unos pocos metros para poder ver lo que pasaba y vi varias personas vestidas con típica ropa dominical de los domingos. Era mucha, mucha gente que al momento perdí la noción que era gente me pareció un montón de manchas grises y negras corriendo por las gradas de la catedral, no voy a mentir me dio bastante miedo ver suscaras pálidas y sus ojeras entre purpuras y negras.
Al momento en que corrían por mi lado nuevamente la curiosidad me empujo a fijar la mirada en una familia que corría de la mano por mi lado, primero mama, luego la hija mayor, luego el menor, y al final el papa. Alcance a ver en sus manos, lo que supongo, el libro de oración, la rápida mirada a ese objeto me dejo perplejo ya que por la velocidaden la que iba la familia podía a ver sido otra cosa. El sentimiento que produjo la portada fue (dios me perdone) de un asco inmediato a la oración que recientemente habían cantado en la catedral. Para satisfacer mi chocante deseo de ver de qué se trataba trate de acercarme a un flacuchento joven que le servía de bastón a una viejecita de fea estampa.
- disculpe joven, de que era la misa quecelebraban hace poco.
- la de la consagración de nuestra salvadora- respondió con desdén y cabizbajo.
- la de la Virgen María, madre de JESUS- le dije con el fin de ver si podía sentirme familiarizado con ellos.
Levanto la mirada y como si no mereciera su respuesta, negó con la cabeza, me extendió el libro de cantos y me dijo:
- tenga hermano y salve su alma.
Me quede parado a puertas de lacatedral con el libro de cantos a la mano. Pensaba en cómo pude haber ofendido al joven, que le dije que hice, porque me miro así, todo perdió interés al notar que en mi mano se encontraba el curios libro de cantos, rápidamente quise ver la portada, de repente oí una voz tras mío y rápidamente di la vuelta, una hermosa, mujer me sonreía, era Mary J. una vieja amiga la cual creía que ya había muerto,me saludo con beso en la mejilla e intercambiamos algunas frases de protocolo, de un momento a otro frunció el seño y me pregunto:
- Edward S., aseguraba con precisión que eras católico, acaso ya cambiaste?
- Cambiar no todavía no sigo con la misma fe – le respondí ofendido.
- Entonces mi niño que haces aquí – levanto la mano y señalo la catedral.
Entonces por seguridad seguí el movimiento desu mano y acabe mirando como los burócratas acababan de cerrar la puerta con varias cadenas.
- No nada solo paseaba, sabes ya quiero irme a mi ciudad a mi casa – dije rápidamente angustiado por el color del cielo y del sol, ¿cómo voy a llegar mi casa?, ¿cómo? .
Guarde el libro en mi bolsillo trasero, junto con las llaves de la casa.
Ya no quería estar ahí ya la curiosidad no era mi motor demovimiento sino la seguridad o más bien la inseguridad del ambiente, no quise mostrarme preocupado ante Mary J., así que la tome del brazo y como si paseáramos por nuestra ciudad me la lleve tratando de buscar un transporte que me llevara lejos.
No recuerdo mayor parte de lo que conversamos, ya que mi atención en los siguientes minutos solo se fijo en como empezaron a aparecer varios indeseables a...