P olítica y Teoría Del Futuro Estado Nacional Dominicano























Nuestra cultura política y la reforma constitucional
Manuel Arturo Peña Batlle creyó en la tesis de Américo Lugo de que el pueblo dominicano no formaba una nación y menos un estado a acuoso de la falta de conciencia política y de conciencia nacional.
El resultado social y político en que nos encontramos es, por el contrario, obra de una sola voluntad creadora, de unasuprema concentración de energías, de una imprescindible nación: todo eso es Trujillo. ¡Trujillo, creador del estado nacional dominicano! Todo lo contrario de lo que el pensamiento de Lugo afinco en su tesis de 1916. En su carta Horacio Vásquez reitera que por las razones apuntadas en el primer párrafo, no constituimos una nación, sino un estado creado en 1844 sobre el pueblo.
Las implicaciones de esafrase ¨Estado creado en 1844 sobre un pueblo¨ razón de la ausencia de cultura política y de conciencia nacional del pueblo dominicano, el cual no ha podido fundar una nación y, en consecuencia, un estado construido sobre esa misma nación. Mucho menos estuvo en capacidad ese mismo pueblo, de 1930 a 1961, de construir un estado nacional, puesto que dictadura es, la negación de la participación delpueblo en las decisiones políticas.
No solamente eso, sino que en la dictadura, toda disidencia fue castigada con el asesinato político, la represión, la cárcel o el exilio.
La existencia de estado de derecho, la libertad de prensa, de pensamiento, de asociación entre partidos políticos, de separación entre Iglesia y Estado, de libre asociación sindical y de libertad de cultos y separación entre lopúblico y privado, es la única forma en que puede medirse la democracia, y esta es inseparable de semejante estado nacional cuyo rasgos adicionales son la territorializacion, la juridificacion, el control del espacio geográfico como una extensión de la soberanía del estado, la descentralización, el reconocimiento y goce de la ciudadanía, el monopolio de la violencia, la existencia de una mano deobra libre y, sobre todo, la ausencia total de clientelismo y patrimonialismo.
Ese estado Trujillista definido por Peña Batlle como una vasta federación de servicios, se vino abajo con la desaparición de su único usufructuario: Trujillo.
Desde aquel 30 de mayo de 1961 hasta hoy lo que nos ha quedado es todavía un Estado más caricaturesco. Como lo señalaba el propio Peña Batlle, nuestrasconstituciones han sido letra muerta, porque no ha sido nunca el fruto de una cultura política real, sino que de la voluntad de poderes mayores y patrimonialistas, única cultura en la cual ha aprendido a sobrevivir, a fuerza de malicia.
153 años de independencia y 36 reformas constitucionales
La cultura política autoritaria y conservadora y los manuales de historia, incluso los historiadores profesionales,nos han hecho creer la falacia reproducida en los decretos presidenciales, de que somos un pueblo libre desde 1844 hasta hoy.
Nos descuentan los cuatro años de dominio español de 1861 hasta 1865 y los ocho años de ocupación militar norteamericana (1916-1924). Este inconsciente tiende a negar, en ese racionalismo lineal de nuestra historia, la existencia de tales acontecimientos y no a examinar,críticamente, las razones que originaron el eclipse de nuestra independencia: la ausencia de un estado nacional debido a la falta de cultura política, conciencia nacional y unidad personal del pueblo dominicano.
Lo sorprendente es que tales intelectuales y profesionales no se detienen a reflexionar como y porque hemos realizado en tan breve tiempo 36 reformas constitucionales. Si unimos todas lasmotivaciones, todas mienten. Son justificaciones ideológicas escondidas en esos discursos que hablan de conflictos entre liberales y conservadores. Que tales reformas se producen para adaptar la constitución a tiempos modernos, al progreso o para ampliar derechos y deberes que no estaban expresamente incluidos en la carta magna anterior o para subsanar confusiones.
El clero no solo adverso al...