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James Catterson,un hombre que padecía de catalepsia trabajaba de periodista en el periódico local de su ciudad,Salamanca.
Era un hombre recio y fuerte,de estatura media,al que le gustaba muchoir al campo para observar los árboles y la vegatación colorida.
Pues uno de esos días,este,decidió ir a pasear,ya que había tenido un día de mucho estrés y necestiba una dosis de relagación.
Buscandoun lugar donde reguardarse de los calurosos rayos de sol,encontró un gran abeto,con un tronco que sobresalía sobre los demás.
El viento golpeaba las hojas de los arbustos creando una percusiónmelódica muy agradable para los oídos,que,provocó que James se adormeciera,sin llegar a caer en el sueño.
Anocheció,no se había movido de allí,no quería,estaba demasiado cómodo como para volver a surutina diaria aburrida.
Pero,desde el frondoso bosque,a lo lejos,James divisó una luz;una luz que se iba acercando poco a poco hacia él.Pero no se asustó.No creía en fantasmas ni en espiritus.
La luzseguía acercandose,ya se podía divisar que era una vela,pero nada la sujetaba.
James comenzó a asustarse,se sento recto,con su espalda apollada en el tronco de aquel árbol,agudizó los oídos y bien firmese quedó parado divisandolo todo.
Una caricia paso por su mejilla.Este,se giró,pero no había nadie,bueno,excpeto la vela,que estaba en frente de él,allí,flotando en el aire,parada.
A los díassiguientes,se denunció su desaparición,ya que no había aparecido por ningún lado
Pero,a las tres semanas,un anciano granjero lo encontró muerto en aquel tronco del árbol,sus manos,estaban llenas de ceraderretida,lo demás,estaba igual.
Después de una lenta y cuidadosa autopsia,se detectó de que había sido una muerte natural.
Pasado el año,llegó el día de los santos,familiares y amigos reunidos paraabrir la tumba de aquel difunto.
La sorpresa y el temor llegó a todos.
Sobre el cuerpo de James,yacía una vela apagada,y en los laterales del sepulcro,quemaduras.
¿Quién sabe lo que pudo...