S.J. Taylor; R. Bodgan (1984). “La observación participante en el campo”
Los observadores participantes entran en el campo con la esperanza de establecer relaciones abiertas con
los informantes. Se comportan de un modo tal que llegan a ser una parte no intrusiva de la escena,
personas cuya posición los participantes dan por sobreentendida. Idealmente, los informantes olvidan que el observador se propone investigar. Muchas de las técnicas empleadas, en la observación participante
corresponden a reglas cotidianas sobre la interacción social no ofensiva; las aptitudes en esa área son una
necesidad.
Los primeros días en el campo constituyen un período en el cual los observadores tratan de que la gente se
sienta cómoda, disipan cualquier idea en cuanto a que el enfoque de la investigación será intrusivo, establecen sus identidades como personas inobjetables y aprenden a actuar adecuadamente en el
escenario.
Durante el período inicial, la recolección de datos es secundaria para llegar a conocer el escenario y las
personas. Las preguntas tienen la finalidad de ayudar a romper el hielo. Puesto que algunas personas
pueden preguntarle al investigador qué quiere saber, es una buena idea anotar algunas preguntas generales antes de ingresar en él: campo. Por lo general, son buenas aperturas preguntas como "¿Podría darme una
perspectiva de este lugar?" y "¿Cómo entró usted en esto?"
Diferentes personas probablemente presentarán diferentes grados de receptividad ante el investigador.
Aunque el “x” haya autorizado el estudio, otros pueden objetar su presencia Durante los primeros días en el campo, los observadores se sienten invariablemente incómodos. Muchos de
nosotros rehuimos la interacción innecesaria con extraños. Nadie se siente cómodo en un nuevo escenario
sin ningún rol definible que desempeñar
Todos los observadores enfrentan en el campo situaciones desconcertantes aunque es cierto, tal como lo escriben Shaffir, Stebbins y Turowetz (1980), que el trabajo de campo se caracteriza por sentimientos de
duda en sí mismo, incertidumbre y frustración, confórtese pensando que se sentirá más cómodo en el
escenario a medida que el estudio progrese.
Cuando entran por primera vez en el campo, los observadores se encuentran con frecuencia abrumados por
la cantidad de información que reciben. Por esta razón, se debe tratar de limitar el tiempo que se pasa en el escenario durante cada observación. Una hora es por lo general suficiente. A medida que uno se familiariza
con un escenario y gana en pericia para la observación, se puede aumentar el lapso que se pasa en el
escenario.
La investigación de campo puede ser especialmente excitante al comienzo del estudio. Algunos
observadores se inclinan a permanecer tanto tiempo en un escenario que dejan el campo agotados y llenos de tanta información que nunca llegan a registrarla. Las observaciones son útiles sólo en la medida en que
pueden ser recordadas y registradas. No permanezca en el campo si olvidará muchos de los datos o no
tendrá tiempo para tomar notas.
La negociación del propio rol
El primer problema que probablemente se tenga que enfrentar es el de verse forzado a un rol incompatible con la realización de la investigación. El personal de las escuelas, hospitales psiquiátricos y otras
instituciones con frecuencia tratan de forzar a los observadores a asumir el rol de voluntarios,
especialmente en el caso de mujeres y estudiantes
Un segundo problema que enfrentan los investigadores de campo consiste en que se les diga qué y cuándo observar. Ante los extraños, todas las personas tratan de presentarse bajo la mejor luz posible (Goffman,
1959). Los informantes compartirán aquellos aspectos de su vida y de su trabajo que se prestan a una
visión favorable, y ocultarán los otros, o por lo menos los llevarán a un segundo plano. Muchas
organizaciones tienen guías que programan las visitas y recorridas de extraños. Aunque tales recorridas ...
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