S Y La Cuna De Mi Enemigo

Páginas: 420 (104785 palabras) Publicado: 23 de agosto de 2015
Argumento
Uno
Dos
Tres
Cuatro
Cinco
Seis
Siete
Ocho
Nueve
Diez
Once
Doce
Trece
Catorce
Dieciséis
Diecisiete
Dieciocho
Diecinueve
Veinte
Veintiuno
Veintidós
Veintitrés
Veinticuatro
Veinticinco
Veintiséis
Veintisiete
Veintiocho
Veintinueve
Treinta
Treinta y uno
Treinta y dos
Treinta y tres
Treinta y cuatro
Treinta y cinco
Treinta y seis
Treinta y siete
Treinta y ocho
Treinta y nueve
CuarentaCuarenta y uno
Cuarenta y dos
Cuarenta y tres
Cuarenta y cuatro
Cuarenta y cinco
Cuarenta y seis
Cuarenta y siete

Cuarenta y ocho
Cuarenta y nueve
Cincuenta
Cincuenta y uno
Cincuenta y dos
Cincuenta y tres
Cincuenta y cuatro
Cincuenta y cinco
Cincuenta y seis
Cincuenta y siete
Cincuenta y ocho
Cincuenta y nueve
Sesenta
Sesenta y uno
Sesenta y dos
LA ORGANIZACIÓN LEBENSBORN

Argumento
Cyrla, unaadolescente judía, ha tenido que huir de su Polonia natal y refugiarse en Holanda en
casa de sus tíos, donde se enamorará de un joven de su misma raza.
A medida que la guerra avanza, siente que se estrecha el cerco de los nazis. Para empeorar las
cosas, la muchacha se queda embarazada. Un trágico suceso será la inesperada puerta de salida a su
desesperada situación: Cyrla se tendrá que hacer pasar poruna joven de pura raza aria para dar a luz
en Lebensborn, la siniestra institución creada por los nazis para acoger a las muchachas embarazadas
de los soldados del Reich.

Uno
Septiembre, 1941
— ¡Aquí también, no, Nee!
En la entrada vi cómo del cucharón que sostenía mi tía se derramaba sopa en el mantel. En
aquellos días no había grasa en el caldo que pudiera dejar mancha; aun así, el corazón medio un
vuelco al ver que ella no hacía ademán de secar el vertido. Desde la llegada de los alemanes estaba
más encerrada en sí misma; languidecía por momentos y a veces era como volver a perder a mi madre.
— Por supuesto que aquí también, Mies — se mofó mi tío. La blanca piel de la cara se le sonrosó
con ese rubor fácil que tienen los hombres pelirrojos. Se echó hacia atrás y se quitó las gafaspara
limpiarlas con la servilleta— . ¿Creías que los alemanes nos anexionarían para que sirviéramos de
refugio a los judíos? La cuestión es por qué han tardado tanto.
Llevé el pan a la mesa y me senté en mi sitio.
— ¿Qué ha pasado?
— Hoy han anunciado una serie de restricciones para los judíos — contestó mi tío— . Apenas
podrán salir de casa. — Examinó las gafas, volvió a ponérselas y luego me miródirectamente.
Me quedé paralizada, blancas las yemas de los dedos con los que sujetaba la cuchara, al recordar
de repente algo que había presenciado en mi niñez.
Regresábamos a casa del colegio cuando nos encontramos con un hombre que estaba golpeando a
su perro. Todos le pedimos a gritos que parase — el hecho de que fuéramos varios nos hacía valientes
— e incluso algunos de los chicos mayorestrataron de separarle del animal. Me llamó la atención el
muchacho que tenía a mi lado; sabía que a menudo los mayores le pegaban. Él, como los demás,
también gritaba; « ¡Basta! ¡Basta ya!». Pero algo en su expresión me dejó helada: satisfacción.
Cuando mi tío se dirigió a mí, volví a ver el gesto de aquel chico.
— A partir de ahora todo será diferente, Cyrla.
Bajé la vista al plato, pero el corazónempezó a latirme con fuerza. ¿Estaba sopesando los riesgos
de tenerme en su casa?
Su casa. Clavé los ojos en el mantel blanco. Debajo había unas faldillas ribeteadas con flecos de
seda dorada. Al principio me pareció extraña esa forma de cubrir las mesas, pero ahora me sabía de
memoria los colores y el estampado de aquel modelo. Paseé la mirada por aquella habitación que
había llegado a amar: lasaltas ventanas pintadas de un blanco luminoso que daban a nuestro pequeño
patio; las tres acuarelas del Rijksmuseum que colgaban en columna de un cordón trenzado; el salón
vislumbrado al otro lado de las cortinas de terciopelo color Burdeos, con el piano en un rincón
rodeado de fotografías enmarcadas de nuestra familia. El corazón empezó a latirme aún más deprisa…
Si yo no formaba parte de...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Proyecto Cuna M S Kamila Anaya Gutierrez
  • El Espatifilo O Cuna De Mois S
  • cuña
  • OBSOLESCENCIA PROGRAMADA EL ENEMIGO SILENCIOSO DETR S DEL CONSUMO MASIVO
  • de la cuna a la cuna
  • el cuño
  • LA CUÑA
  • Cuñas

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS