¡Vivos se los llevaron!

¡Vivos se los llevaron, Vivos los queremos!
El acontecimiento ocurrido en Ayotzinapa ha sido uno de los casos más violentos contra el sector estudiantil desde aquella tarde en Tlatelolco, en 1968.La masacre y desaparición forzada y repentina de los estudiantes normalistas de la Ecuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” localizada en Ayotzinapa, Guerrero ha sido un golpe contundente. Esto haconmovido a estudiantes y activistas tanto del país como del mundo.
El ataque, con el saldo de tres estudiantes muertos y 43 desaparecidos por la Policía Municipal de Iguala, constituye un crimen deEstado.
Los alumnos de dichas escuelas aseguran que es un crimen y una advertencia de que podría ocurrirles lo mismo si siguen luchando, ya que reivindican una educación crítica, además de ser unmensaje a los que se oponen a las reformas. Es el miedo que trata de promover el Estado para no luchar contra esos intereses que terminarán imponiéndose.
Las escuelas normales rurales estaban con unaamplia relación de agravios ya que tienen una ideología revolucionaria. Tienen, de acuerdo a sus ideas, la “tradición” de realizar movilizaciones que tienen origen en el abandono o la agresión directade los gobiernos en turno. Generalmente, los alumnos se movilizan para gestionar más recursos para su escuela, demandar que se publique la convocatoria de nuevo ingreso anual, se realice elmantenimiento a las instalaciones, se aumente el presupuesto para la alimentación de los internados, etc.
Pero el último caso, no ha sido el único. El 7 de enero de este año dos estudiantes murieronatropellados cuando realizaban una colecta en la carretera Acapulco-Zihuatanejo, a la altura de la población de Atoyac de Álvarez. El conductor no quiso detener su marcha y embistió a un grupo de estudiantes.El 12 de diciembre de 2011, durante una manifestación en Chilpancingo en la que los estudiantes pedían mantenimiento a su escuela y aumento de recursos para la educación, policías estatales...