¿Y por qué no hablar así?
Patricia Montelongo
La salida al aire del programa Big Brother en México reveló una realidad en constante crecimiento: el florido lenguaje de buena parte de la juventud. Unos años antes, John O’Connor, publirrelacionista y escritor estadounidense, al percatarse del exceso de palabras altisonantes en ámbitos cada vez más amplios, decidió que al menos él dejaría depronunciarlas, para no cooperar con esa costumbre que se imponía. Pero entonces vió qué difícil resulta arrancar un hábito de toda la vida. No basta una decisión razonada. Esa dificultad lo llevó a analizar los porqués del fenómeno en su país y a escribir un libro sobre el tema: Cuss Control, The Complete Book on How to Curb Your Cursing * . Entresacamos algunas ideas que aclaran esa tendencia.Ilustración: Victor Hugo Garrido
Es sorprendente la cantidad de groserías que el héroe ⎯ o antihéroe⎯ de la última película de acción dijo durante los 90 minutos que lo tuvimos enfrente. Las series televisivas de moda, en su mayoría, no se quedan atrás; no digamos los programas cómicos o de «esparcimiento» que con alegre ligereza abusan del lenguaje soez, de donde se filtra con facilidad a otrossectores, a grupos juveniles y a los que no son tanto.
Hasta hace pocos años las palabras altisonantes o que hicieran referencia a conductas íntimas de la persona eran mal vistas en público. Los medios de comunicación empezaron por desmitificar muchas realidades que antes no podían tratarse abiertamente y luego contribuyeron a popularizar palabras y frases vulgares, argumentando un «realismo», reflejodel lenguaje cotidiano. Como es usual, cabe preguntarse si efectivamente la conducta del hombre común determina lo que presentan los medios o si ocurre más bien lo contrario.
Según algunos sociólogos y antropólogos, el uso cada vez más frecuente de malas palabras puede considerarse parte de la evolución natural del lenguaje. Sin embargo, otras voces opinan distinto. Prueba de ello es que decirgroserías y vulgaridades aún se toma como indebido en muchos lugares públicos, en periódicos, en programas deportivos o de noticias y frente a los niños. Las políticas de la mayoría de las escuelas y muchas empresas lo prohíben… Si se considera impropio, quiere decir que todavía queda un sentido de propiedad.
MI LENGUAJE PROVOCA RELAX Y BUEN HUMOR…
En términos generales, O’Connor presenta dosrazones por las que usamos lenguaje soez:
1. causal (incidental), cuando una emoción ⎯ enojo, frustración, sorpresa⎯ provoca que se «escape» una palabrota.
2. casual, con el significado de informal, negligente o hasta deportivo que corresponde al vocablo en inglés. Así como al vestirse de jeans o de pants está primero la comodidad que la propiedad o la elegancia y se habla de ropa «casual», deigual manera en el lenguaje se adopta esa forma de expresión para el uso diario y continuo, al grado de que muchas vulgaridades se convierten en muletillas.
La práctica del psicoanálisis cree que el primer paso para controlar nuestros hábitos es entender por qué los tenemos. Lo mismo aplica para la costumbre de un lenguaje burdo; si analizamos las razones por las que hablamos así, podremosdecidir si están justificadas. La mayoría de las veces no, quizá en alguna ocasión, pero seguramente no todas las personas que nos hayan escuchado estarán de acuerdo.
Neurológicamente existe un desorden muy severo tipificado como síndrome de Tourette y se caracteriza por una compulsión continua a decir obscenidades. Al escuchar el modo de hablar de muchos sectores de la población, podríamos sospecharque el síndrome se volvió epidemia.
¿De dónde surgió la moda de expresarse así? O’Connor menciona algunas razones:
1. Para muchos, este lenguaje resulta divertido. Cuántas veces una palabrota oportuna, inesperada y… lo suficientemente sonora, arranca carcajadas, alivia la tensión de un momento o mejora el humor. Es cierto, pero hay que subrayar que se requieren todas esas condiciones, de...
Regístrate para leer el documento completo.