y que de dios

Un extracto de Sueños de Una Teoría Final escrito por el ganador
del premio Nóbel, Steven Weinberg.
¿Y Qué de Dios?
Parte I
“Sabes,” dijo Sebastián, y su voz sonaba irreal,
como las voces suelen sonar después de una
larga pausa en un sitio completamente
silencioso, “el cielo aquí es muy extraño. Con
frecuencia tengo la sensación, cuando lo miro,
que es una cosa sólida allá arriba,protegiéndonos de lo que está atrás.”
Alejandra se estremeció levemente cuando
dijo: “¿De lo que está atrás?”
“Sí.”
“¿Pero que está atrás?” Su voz era casi
inaudible.
“Nada, supongo. Sólo oscuridad. Noche
absoluta.”
Paul Bowles, El Cielo Protector
“Los cielos declaran la gloria de Dios, y el firmamento exhibe su obra.”
Al Rey David o cualquier otra persona que haya escrito este Salmo, lasestrellas deben de haber sido evidencia visible de un orden de
existencia superior, muy diferente a nuestro ordinario mundo sublunar
de piedras, rocas, y árboles. Desde los días de David, el sol y otras
estrellas han perdido su estatus especial; entendemos que son esferas
de gas incandescente, ceñidas por gravitación, y sostenidas contra el
colapso gravitacional por la presión mantenida por elcalor que
asciende de las reacciones termonucleares en los centros estelares.
Las estrellas no dicen ni más ni menos de la gloria de Dios que las
piedras en la tierra que nos rodea.
2
Si hay algo que podemos descubrir de la naturaleza que nos daría
conocimiento sobre la labor de Dios, tendrían que ser las leyes finales
de la naturaleza. Conociendo estas leyes, tendríamos en nuestraposesión el libro de reglas que gobiernan las estrellas, las piedras y
todo lo demás. Así que es natural que Stephen Hawking se refiera a
las leyes finales de la naturaleza como “la Mente de Dios.” Otro físico,
Charles Misner, usó un lenguaje similar comparando las perspectivas
de química y física: ‘El químico orgánico contestando la pregunta,
“¿Por qué hay 92 elementos, y cuando fueron producidos?”talvez
diría: “La persona en la oficina contigua sabe.” Pero el físico, habiendo
sido preguntado, “¿Por qué está el Universo construido para seguir
ciertas leyes físicas y no otras?” posiblemente respondería, “Dios
sabe.” Einstein, por su parte comentó en una ocasión a su asistente
Ernst Straus: “Lo que verdaderamente me interesa es si Dios pudo
escoger la creación del Universo.” En otraocasión, él describió que el
objeto del estudio de la física debería de ser: “no solamente saber
cómo es la naturaleza y cómo se realizan sus transacciones, pero
también alcanzar tan lejos cómo sea posible la utópica y
aparentemente arrogante meta de saber porqué es la naturaleza como
es y no de otra manera…….Así tiene uno la experiencia, por decir así,
que Dios mismo no pudo haber arregladoestas conexiones de ninguna
otra manera que las que existen……Este es el elemento de Prometeo
de la experiencia científica……Esto ha sido para mi la magia particular
del esfuerzo científico.” La religión de Einstein era tan vaga que
sospecho que lo dijo metafóricamente, como sugerido por su “por
decir así.” Porque la física es tan fundamental, resulta que dicha
metáfora es natural para losfísicos. El teólogo Paul Tillich una vez
observó que, entre los científicos, sólo los físicos parecen capaces de
usar la palabra “Dios” sin que les cause vergüenza. Cualquiera que sea
la religión de uno, o la falta de ella, es una metáfora irresistible de
hablar de las leyes finales de la naturaleza en términos de la mente de
Dios.
Hay personas que tienen perspectivas de Dios tan amplias yflexibles
que es inevitable que encuentren a Dios en cualquier parte que lo
busquen. Uno oye decir: “Dios es lo último” o “Dios es nuestra buena
naturaleza” o “Dios es el Universo.” Claro, como cualquier otra
palabra, “Dios” también puede dársele cualquier definición. Si uno
quiere decir “Dios es energía” entonces uno puede encontrar a Dios en
un pedazo de carbón. Pero, para que las palabras...