Z. bauman, comunidad, siglo xxi, madrid 2003, pp. 157, isbn 978-84-323-1272-4

Z. Bauman, Comunidad, Siglo XXI, Madrid 2003, pp. 157, ISBN 978-84-323-1272-4

En estos últimos años la participación y la contribución teórica de Zygmunt Bauman en el debate sobre la globalización ha sido notable. Tras haber analizado detalladamente la era post-moderna y las consecuencias de la globalización sobre los individuos (al respecto véase el libro Dentro la globalizzazione. Leconseguenze sulle persone, Laterza, Roma-Bari 1999), en este texto Bauman se concentra, en particular, en la dimensión colectiva de ese proceso: en los límites actuales y las dificultades de realización a las que se enfrenta la demanda de una comunidad habitable entre los hombres; una demanda que ha de considerarse, sin embargo, como una exigencia y una necesidad fundamentales. Bauman quiere mostrar laacaecida disolución de las "verdaderas" comunidades (campesinas, artesanales, de comerciantes, etc.) y el tormento y el suplicio (al modo de Tántalo) de tener que vivir atenazados por la inseguridad, pero anhelando siempre, como los descendientes de Adán y Eva, la comunidad ideal, soñada. En esta búsqueda, sin embargo, es como si estuviésemos condenados a crear siempre sucedáneos de la comunidad.Desde el momento en que las comunidades ya no son naturales (el "entorno cálido" del que habla Rosenberg o la "comprensión recíproca" entre los miembros de Tönnies), es decir, desde el momento en que "se habla" de las comunidades, estas se tornan artificiales. La comunicación pasa de ser "interna" a ser "externa" a la comunidad; se desvanece la identicidad, sobre todo con el advenimiento de lainformática; y llegados a este punto, la homogeneidad tendrá que ser recreada, es decir rebuscada y extraída por la fuerza. Se inventa, a ese fin, la categoría de la identidad, que para Bauman es precisamente un sucedáneo de la comunidad, en cuanto que divide y separa. Además, a diferencia de las comunidades naturales, estos sucedáneos no consiguen resolver la dicotomía libertad/seguridad, sino quemás bien la agudizan. Precisamente esta relación es lo que el autor pretende indagar: si es cierto que la comunidad da seguridad, ésta requiere un cierto sacrificio de la libertad. Bauman, en cambio, querría tratar de conciliar justamente libertad y seguridad, en el ámbito de un replanteamiento del concepto y del sentido mismo de comunidad.

El individualismo moderno nos hace cada vez más insegurosporque ofrece (y no a todos) libertad a cambio de seguridad. Y esa misma inseguridad que sufre el individuo en la era de la globalización genera ausencia de comunidad. Bauman recorre las etapas fundamentales de los "desarraigos" de los individuos de las comunidades naturales y de las "replantaciones" en comunidades ficticias que los privaron totalmente de la libertad (desde la revoluciónindustrial a las "aldeas modélicas" y a la "fabrica fordista", es decir todas las técnicas de ingeniería social). Después, la época actual ha hecho el resto: amparándose en la falta de compromiso, en la flexibilidad y en el outsourcing (también en la gestión del poder) ha destruido completamente una, aunque precaria, seguridad y un sistema mínimo de certezas. Ya no hay, de hecho, puntos de orientación queindiquen un ambiente social "estable" y, de esta manera, aumenta la tendencia a no echar raíces en ningún lugar: una extraña forma moderna de "cosmopolitismo" que niega a priori la comunidad y que produce la "elite global", un fenómeno generado después de la que Reich llama la "secesión del hombre realizado". En realidad, según Bauman, incluso los nuevos cosmopolitas sienten la necesidad de"comunidad", sólo que, obviamente, tienden a recrear comunidades flexibles y "a tiempo", que se puedan desmontar fácilmente y que se asientan únicamente sobre sus sueños y deseos. Estas son, por ejemplo, las modernas comunidades estéticas, creadas por la industria del espectáculo y fundadas en los ídolos, es decir, las que Bauman llama "comunidad-percha", en las que la gente cuelga juntas las...