Ética Nicomaquea de Aristóteles. Libro VI

Según el parecer unánime de especialistas, es probable que Aristóteles haya compuesto los textos que forman la “Ética Nicomaquea” poco después de mediados del S. IV a.C. (parte del material poco después de abandonar Atenas a la muerte de Platón, en el 348 a.C., y el resto cuando ya había regresado a esa ciudad en el 335 a.C.), transmitiendo en la obra su visión más madura en ese dominio.
Adiferencia de los diálogos de Platón donde tópicos como la adquisición de la virtud y la relación de la virtud con la estructura del alma, el lazo entre la virtud y la función (érgon) del hombre, y entre el placer y el bien, se presentan indisolublemente ligado a cuestiones que hoy referimos a otros sectores de la filosofía, Aristóteles supo aislarlos y recogerlos para reunirlos de manera orgánica, ytratarlos sistemáticamente como temas de una disciplina autónoma y diferenciada. Al hacerlo se constituyó en el creador de la ética.
En el terreno específicamente ético, Aristóteles se enfrenta en especial con el intelectualismo socrático, al que ve que Platón se mantiene fiel; con ese propósito polémico subraya en muchos lugares el papel del apetito (órexis) y la incidencia del afecto (páthos) enla acción.
En el libro VI de la Ética Nicomaquea, Aristóteles expone su idea de la virtudes dianoéticas, es decir de las virtudes de la parte racional del alma.
Distingue en esa parte del alma dos subpartes, la científica, especializada en el conocimiento de las entidades necesarias, y la calculadora, especialista en el de las necesidades contingentes.
La parte racional tiene dos caras: un hábitoteórico y uno práctico; y una función propia (érgon) que es la de captar la verdad (aletheúein).
Los hábitos racionales son cinco: el arte (tekhné), la ciencia (episteme), la prudencia (phrónesis), la sabiduría (sophía) y el intelecto (noús). El arte y la prudencia versan acerca de lo contingente, de ambas es la prudencia la que constituye la virtud de la subparte calculadora, su papel esdeliberar bien en el terreno de la acción; la ciencia, la sabiduría y el intelecto versan acerca de lo necesario.
La virtud aún siendo cualidad adquirida tiene una base natural, la habilidad (deinótes), principio moralmente neutral que asume determinada cualidad según su fin, es bueno si el fin es bueno y malo si el fin es malo.
El hombre no es sino la unión solidaria de la virtud y la prudencia, portanto el prudente no puede no ser virtuoso y el virtuoso no puede no ser prudente.
La prudencia es la norma última de la virtud ética, la “razón correcta” (orthós lógos) que, encarnada en el prudente, es el punto de referencia de la determinación del bien.


LIBRO VI
Se divide en 13 capítulos y trata sobre el tema de las virtudes intelectuales o dianoéticas.

Capítulo 1: Es “la razón correcta”1 (hoorthós lógos) quien indica cual es el punto medio, obrar conforme a ella es obrar conforme a lo que se refiere para alcanzar el fin. El alma se rige por dos clases de virtudes: las irracionales (propias del carácter) y las racionales (propias del pensamiento2). A su vez en relación a la parte racional distingue dos subpartes: la científica (con la que conocemos los entes cuyos principios no puedenser de otra manera) y la calculadora (con la que conocemos los entes cuyos principios sí pueden ser de otra manera3).
Debemos comprender cuál es el mejor hábito para cada una, pues esa será su virtud.
Capítulo 2: En el alma tres cosas presiden la acción y la verdad4: la percepción (aisthésis), el intelecto5 (noús) y el apetito (órexis).
La percepción no participa de la acción. Lo que en elpensamiento6 son afirmación y negación en el apetito son persecución y huída. Siendo la virtud ética, hábito electivo y la elección, apetito deliberado, el razonamiento debe ser verdadero y el apetito correcto si la elección ha de ser buena7. Ese es el pensamiento y la verdad práctica. El principio de la acción persigue el fin de la elección. No hay elección sin intelecto ni pensamiento sin hábito...