carta de Benedicto XVI
Ilustrísimo señor profesor Odifreddi, (…) quisiera darle las gracias por haber intentado hasta en el detalle confrontarse con mi libro, y de esta forma, con mi fe: precisamente esto es en gran parte lo que había pretendido en mi discurso a la Curia Romana con ocasión de la Navidad de 2009. Debo darle las gracias también por laforma leal en que ha tratado mi texto, intentando sinceramente hacerle justicia.
Mi juicio sobre su libro en su conjunto, en cambio, es en sí mismo más bien chocante. He leído algunas partes con placer y provecho. En otras partes, sin embargo, me ha sorprendido una cierta agresividad y lo descuidado de la argumentación. (…)
Varias veces, usted me observa que la teología sería ciencia ficción. Alrespecto, me sorprende que usted, sin embargo, considere mi libro digno de una discusión tan detallada. Permítame proponerle respecto a esta cuestión cuatro puntos:
1. Es correcto afirmar que “ciencia”, en el sentido más estricto de la palabra, lo es solo la matemática, aunque he aprendido de usted que incluso aquí sería oportuno distinguir entre la aritmética y la geometría. En todas las materiasespecíficas, la cientificidad tiene cada vez su propia forma, según la particularidad de su objeto. Lo esencial es que aplique un método verificable, excluya el arbitrio y garantice la racionalidad en sus respectivas modalidades distintas.
2. Usted debería por lo menos reconocer que, en el ámbito histórico y en el del pensamiento filosófico, la teología ha producido resultados duraderos.
3. Unafunción importante de la teología es la de mantener la religión ligada a la razón y la razón a la religión. Ambas funciones son de esencial importancia para la humanidad. En mi dialogo con Habermas mostré que existen patologías de la religión y – no menos peligrosas – patologías de la razón. Ambas necesitan una de la otra, y tenerlas continuamente conectadas es una tarea importante de la teología.4. La ciencia ficción existe, por otro lado, en el ámbito de muchas ciencias. Lo que usted expone sobre las teorías sobre el inicio y el fin del mundo en Heisenberg, Schrödinger etc., lo designaría como ciencia ficción en el buen sentido: son visiones y anticipaciones, para llegar a un verdadero conocimiento, pero son, precisamente, sólo imaginaciones con las que intentamos acercarnos a larealidad. Existe, por otro lado, ciencia ficción a gran escala también dentro de la teoría de la evolución. El gen egoísta de Richard Dawkins es un ejemplo clásico de ciencia ficción. El gran Jacques Monod escribió frases que él mismo incluiría en su obra seguramente sólo como ciencia ficción. Cito: “La aparición de los Vertebrados tetrápodos… se origina por el hecho de que un pez primitivo “decidió”ir a explorar la tierra, sobre la que sin embargo era incapaz de trasladarse sino saltando de un modo torpe y creando así, como consecuencia de una modificación de comportamiento, la presión selectiva gracias a la cual se habrían desarrollado los miembros robustos de los tetrápodos. Entre los descendientes de este audaz explorador, de este Magallanes de la evolución, algunos pueden correr a unavelocidad superior a los 70 km por hora…” (citado según la edición italiana Il caso e la necessità, Milán 2001, pág. 117 y ss.).
En todas las temáticas discutidas hasta ahora se trata de un dialogo serio, por el que yo – como he dicho ya repetidamente – estoy agradecido. Las cosas son diferentes en el capítulo sobre el sacerdote y sobre la moral católica, y aún más en los capítulos sobre Jesús. Encuanto a lo que dice usted del abuso moral de menores por parte de sacerdotes, puedo – como usted sabe – tomar nota sólo con profunda consternación. Nunca he intentado tapar estas cosas. Que el poder del mal penetre hasta tal punto en el mundo interior de la fe es para nosotros un sufrimiento que, por una parte, debemos soportar, mientras que, por la otra, debemos al mismo tiempo hacer todo lo...
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