10_Violeta_Nunez
Páginas: 25 (6149 palabras)
Publicado: 14 de julio de 2016
“
Nuestras estrellas principales son la lucha y la esperanza.
Pero no hay lucha ni esperanza solitarias.
En todo hombre se juntan las épocas remotas, la inercia,
los errores, las pasiones,
las urgencias de nuestro tiempo,
la velocidad de la historia
”.
Pablo Neruda, 1971.
(en ocasión de la entrega del Premio Nóbel de Literatura)
El título propuesto para este Congreso apunta a los desafíos éticos, técnicos y
políticos. Aquí vamos a articular la dimensión específicamente pedagógica.
Y ello al hilo
del título que este espacio del Congreso propone. Es decir, trataremos de repensar, en
el marco de nuestra actualidad, las relaciones que la partícula “y” parece indicar: Participación y educación social.
Curiosas acepciones confluyen en la noción de participación. Si uno visita el
Diccionario Etimológico de Corominas, encuentra el punto de arranque en la palabra
latina
pars
, parte. De allí deriva “
partir de un lugar”, en tanto ponerse en camino
[construcción intransitiva que ya aparece en el Quijote (I, XXIX, 145rº)]; también
repartir
, entendido como distribuir entre varios, esparcir, sembrar. Y
participar
: dar
parte, noticiar, comunicar. La
participación recoge de alguna manera estas marcas y
alude a aviso, parte, trato o noticia que se da a uno; así como a tener parte en una
cosa, tocarle algo de ella. Ser parte en la realización de algo: ser partícipe o participante, en el sentido de que recibe o tiene derecho a recibir parte de alguna cosa.
Podemos afirmar que la participación no sólo no es ajena al trabajo educativo y a la
vida en sociedad, sino que aparece como su entramado.
En esta conferencia vamos a presentar ciertos elementos que permitan tanto dar
cuenta de esa afirmación, como reinscribir su significación en este momento histórico
de la globalización. Momento en el que ser parte y tomar parte de lo social aparece
como prohibitivo para amplios sectores en todo el mundo. Momento en el que también
ese sembrar y esparcir, repartir, que fuertemente caracteriza al trabajo educativo, se
muestra cuestionado desde las políticas hegemónicas. Comenzaremos por mostrar los
antecedentes de esas políticas y sus actuales configuraciones, que pretenden sustituir
la participación por la llamada
“intervención” y la educación social por la llamada
“prevención”
.
1. Discursos del control social en los inicios de la modernidad.
Vamos a hablar del higienismo. Una de las razones fundamentales estriba en que en
estos momentos registramos un retorno de este discurso de finales del siglo XVIII.
Retorno que se señala en el prefijo neo.
En Europa, desde la publicación en 1790 de la obra del médico vienés J. P. Frank,
titulada
La miseria del pueblo, madre de enfermedades
, la Higiene se refunda como
ciencia preventiva y disciplina médica independiente, de carácter médicosocial. Se
dotará de un cuerpo doctrinario propio. Abarcará todos los campos posibles de
actuación en la relación que ese mismo discurso construye entre sociedad y
enfermedades. La higiene será situada en la primera línea de lucha por la erradicación
de ciertas enfermedades que se desarrollaban con más frecuencia en el medio urbano
(como el la fiebre amarilla o el cóleramorbo), y que afectaban a la mayor parte de la
población, especialmente aquélla conformada por las clases más bajas, trabajadores,
obreros y sus familias, cuyas condiciones de vida y de trabajo eran míseras e
insalubres.
La Higiene es una disciplina de la Modernidad “sólida”
[1]
. Surge en el pasaje del modo
feudal ...
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