Abogada

PUC-Diplomado


Clase inaugural 14 de marzo de 2011.


Profesor William Thayer Arteaga


Libertad sindical ante los derechos humanos, el derecho internacional, el derecho chileno y el pensamiento de san Alberto Hurtado.



1. La persona humana y su derecho a asociarse para fines laborales.

1.- Cuando a fines del siglo XVIII estalló en Occidente el imperativopolítico de sustituir la monarquía y el derecho divino de los reyes por la república y la autoridad emanada del pueblo , se suscitó para los llamados católicos sociales, social cristianos, humanistas cristianos o demócrata-cristianos una verdadera encrucijada: su sentir religioso los ligaba al régimen monárquico que, no obstante su desprestigio social. , se declaraba católico y ligado a laIglesia; a la inversa, su inquietud ciudadana y social los inclinaba hacia la democracia., que nacía protestante en la revolución norteamericana ; atea, anticlerical y racionalista en la revolución francesa.

2.- En Francia , el problema se agudizó cuando, derrotado Bonaparte, el general y emperador revolucionario, la restauración de los Borbones exigió nuevamente a loscatólicos sociales optar , bajo nuevas circunstancias, entre monarquía nominalmente católica y democracia que, inspirada en la filosofía roussoniana, entregaba a la mitad más uno de los votos , según “ la voluntad general”, la decisión sobre todos los derechos, incluso los que más tarde serían llamados derechos inalienables de la persona humana. Guillemin, en una obra dedicada a Jacques Maritain,examina con penetración este período1 . León XIII se ocupó particularmente del asunto en su encíclica Graves de Communi2, diez años después haber fustigado el individualismo liberal y atentatorio a la dignidad humana en Rerum Novarum ( 1891).

3.- La exaltación decimonónica del ciudadano en el mundo occidental, como individuo necesario para ganar la mitad más uno de los votos,condujo al olvido o desprecio de la persona humana y sus atributos esenciales de conciencia, razón, voluntad, libertad, unicidad, indivisibilidad, comunidad, perfectibilidad, moralidad, trascendencia, dignidad e inviolabilidad . Así se gestaron los socialismos inhumanos y totalitarios del siglo XX: el bolchevique ( 1917, ), el fascista (1922,) y el nazista (1934), encabezados por Lenin,Mussolini y Hitler, que en nombre de la clase obrera, el Estado y la raza aria fundamentaron sus respectivas revoluciones, que avasallaron durante el siglo XX la dignidad, libertad, atributos y derechos de la persona humana.

Los católicos sociales franceses se reunieron en 1937 al grito de “La persona humana en peligro”3 en pleno período de la Guerra civil española y de ominososaugurios de la Segunda Guerra Mundial. Pero ya era tarde. A pocos meses de terminada la horrenda revolución española, estalló la sangrienta segunda gran guerra, a cuyos horrores conocidos durante ella, se sumaron los que fueron evidenciándose después. Quizá la nota más característica de su inhumanidad fue que entre sus millones y millones de víctimas se cuentan más inocentes quecombatientes y hubo mayor crueldad en las persecuciones políticas que en las batallas internacionales, con la deshonrosa excepción de las bombas atómicas. ¿Alguien habría imaginado, antes de conocer los campos de exterminio nazi, que una raza temporalmente vencedora utilizaría los cuerpos de inocentes judíos para hacer con su carne y con sus huesos jabón y botones? Fue, de alguna manera, elprecio pagado por desconocer la dignidad, trascendencia e inviolabilidad de la persona humana.

4.- Cabe preguntarse a principios del siglo XXI ¿ hemos asimilado la pavorosa lección del siglo XX y comprendemos que en la persona humana hay real y efectivamente una trascendencia al orden de los objetivos sociales – de carácter cultural, económico, político, religioso, nacional o...