acerca de Juan Domingo Perón

Juan Domingo Perón

En consecuencia de los hechos a los que estoy siendo sometido, me veo obligado a explicar los propósitos de las acciones que a lo largo de mi vida he logrado hacer, juntamente con sus resultados.
Desde mi juventud, sirviendo militarmente a la patria, mis superiores han intentado estimular en mi persona sentimientos oligárquicos y de repudio hacia cualquier otra doctrinade carácter benéfico hacia el pueblo, hacia los trabajadores y obreros argentinos.
Siendo yo teniente del ejército hacia el año 1929, se empezó a gestar un hecho que venía pensándose tiempo atrás: derrocar al gobierno de Yrigoyen ante la crisis que aquejaba al mundo, por su ineficacia, falta de autoridad y su errática política social. Yo en esa época era joven y estaba en contra de Yrigoyenporque hasta mi habían llegado los rumores que lo desprestigiaron, y porque no había nadie que lo desmintiera y dijera la verdad.
En ese contexto, el 6 de septiembre de 1930 el general Uriburu y el general Justo marcharon hacia casa de gobierno para tomar el poder.
Luego de eso le sucedieron gobiernos fraudulentos y totalmente autoritarios, que solo le daban hambre y miserias al país.
En marzo de1943, 14 oficiales del ejército dimos comienzo al G.O.U., un grupo de superiores que aspirábamos a recuperar a la argentina del proceso de corrupción en el que estaba sumergido.
Finalmente, cuando el ministro de guerra Pedro Pablo Ramírez no logro convencer al entonces presidente Ramón Castillo de apoyar al comunista Patrón Costas, el 3 de junio fijamos para el día siguiente el estallido de larevolución.
El 4 de junio avanzamos desde campo de mayo hacia la casa rosada, donde el general Rawson tomó la presidencia, pero el 7 de ese mes decidimos ubicar en ese puesto a P.P. Ramírez.
En diciembre fui nombrado jefe del departamento nacional del trabajo, que después convertí en secretaria de trabajo y previsión, para jugar un rol definido en el papel subsidiario, y para terminar con el estadode demagogia que atravesaba la clase media y baja de la Argentina. Yo he removido ese estado de cosas, y si por haber salido en defensa de los hombres que trabajan, mi nombre ha de ser execrado por los que viven felices con la infelicidad de cuantos contribuían a levantar e incrementar su fortuna ¡bendigo a Dios por haberme hecho merecedor de tal execración!
Desde ese cargo he promovido veinteveces más contratos colectivos que en la década anterior, rebajas de alquileres de viviendas y arrendamientos rurales, precios máximos para los productos básicos y créditos hipotecarios baratos. También la ampliación del régimen jubilatorio, el reconocimiento de las organizaciones sindicales, el aguinaldo y las juntas de conciliación y arbitraje, para controlar conflictos sociales.
En el año 1944,al ser presidente el general Farrell, también asumí los cargos de ministro de guerra, director de aeronáutica civil, presidente del consejo nacional de posguerra y vicepresidente de la nación. Mientras tanto siguieron los aumentos salariales, vacaciones pagas y estabilidad laboral. En 10 meses logré incorporar a 2 millones de personas al régimen jubilatorio y creé el estatuto del peón,reconociendo así derechos sociales a un grupo totalmente desprotegido hasta ese entonces.
Lamentablemente, debido a una serie de aprietes de los sectores militares y de grandes grupos de poder, obligaron mi renuncia a los cargos acumulados para favorecer a los ciudadanos, el 9 de octubre de 1945. Mis adversarios, con el consentimiento de Farrell permitieron despedirme del país con un discurso de despedida.Más tarde, fui confinado a la Isla Martín García y apartado totalmente del proceso, por mis ideales de que el estado debía cumplir un rol mediador entre las fuerzas del trabajo y del capital. El 17 de octubre de 1945, ante la exigencia del pueblo congregado en Plaza de Mayo exigiendo mi liberación, me llevaron a la casa rosada, donde hice mi aparición frente a la gente allí presente.
En ese...