Alejandro Casona

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Conferencia La estancia de Alejandro Casona en Cuba. Impartida por el escritor e investigador cubano
Jorge Domingo Cuadriello —especialista en literatura hispano-cubana del Instituto de Literatura y
Lingüística de Cuba— el martes 4 de mayo de 2010, a las 3:00 pm, en la Sociedad de Beneficencia de
Naturales de Cataluña.
Jorge Domingo Cuadriello, ha dedicado gran parte de su carrera aanalizar el papel del exilio español en
Cuba tanto desde el punto de vista político como cultural y ha publicado varios artículos y ensayos sobre el
tema, entre ellos: El exilio republicano español en Cuba (2009), Una mirada a la vida intelectual cubana:
1940-1950 (2007), Españoles en Cuba en el SXX (2004) y Los españoles en las letras cubanas durante el SXX
(2002).

Alejandro Casona y Cuba
Lacontienda española iniciada en julio de 1936 sorprendió a Alejandro Casona en
un momento ascendente de su carrera artística. Cuatro años antes había obtenido
el Premio Nacional de Literatura por el hermoso volumen Flor de leyendas. A
continuación su pieza teatral La sirena varada se había alzado con el Premio Lope
de Vega. Y el estreno en 1935 en Madrid de Nuestra Natacha lo había consagradocomo uno de los autores dramáticos más prometedores de España, junto con
Jardiel Poncela y Federico García Lorca. En el contexto cultural renovador del
período republicano la producción literaria de Casona se anunciaba, pese a su
juventud, cargada de grandes promesas. La crítica no le escatimaba elogios y el
público no dejaba de aplaudir sus obras.
Mas el levantamiento fascista dio un vuelco aesta situación personal y de modo colectivo a toda la
sociedad española, que se dividió en partidarios del gobierno legítimamente constituido y en seguidores de
los facciosos. Casona, que durante el período republicano había tomado parte con entusiasmo en la
agrupación “Teatro del Pueblo” y había recorrido zonas intrincadas de la geografía española para llevar un
poco de cultura a los sectoresde la población más olvidados, no ocultó sus simpatías hacia los primeros. Su
pieza Nuestra Natacha, tomada como bandera por los republicanos debido a sus propuestas de renovar los
métodos de enseñanza, se exhibía con gran éxito por la Compañía Dramática de Pepita Díaz y Manuel
Collado.
Semanas después de ocurrido el levantamiento, era evidente que la lucha entre ambos bandos sería
larga ycruenta. Casona, con 33 años, se encontraba en Gijón, ciudad controlada aún por las fuerzas leales,
cuando en octubre de 1936 tomó la determinación de marchar al extranjero. Pasó de inmediato a Francia,
donde logró reunirse de nuevo con la Compañía de Pepita Díaz-Manuel Collado y poco después, por
indicación del gobierno republicano, según algunas fuentes, marcharon en gira artística aHispanoamérica.
Con destino a México en el vapor “Iberia”, arribaron el 16 de marzo de 1937 al puerto de La Habana, ciudad
donde permanecieron un día. A pesar de tan breve escala, la prensa cubana se hizo eco de su llegada. El
diario El Mundo destacó la presencia de estos artistas de la siguiente forma:
A la hora en que comienza a circular este diario llegará al puerto de La Habana a bordo del
vapor“Iberia “, la gran compañía dramática española Díaz Artigas-Collado, en la que figura
como primera actriz aquella admirable Pepita Díaz, que los habaneros admiramos y aplaudimos

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hace algunos años en El monje blanco y en otras creaciones. Esta compañía seguirá viaje para
México, contratada por la Empresa Ricardo y Juan Toledo para actuar en la capital mexicana.
Terminada la actuación enMéxico, la compañía Díaz Artigas-Collado volverá a La Habana a fines
de junio para ofrecer una breve temporada dramática. Con la compañía viaja en el “Iberia” una
de las figuras más distinguidas del teatro español contemporáneo: Alejandro Casona, el famoso
autor de Nuestra Natacha y de La sirena varada, cuyas producciones constituyen hoy la máxima
atracción teatral de todos los países de habla...