Algo Sobre Los Filamentos No Encajaba
Patricia Sutherland lo reconoció inmediatamente: la extraña falta de claridad en ellos, además muy suaves al tacto.
Las hebras delcordal se encontraron en un asentamiento abandonado en el extremo norte de la isla de Baffin, Canadá, muy por encima del Círculo Polar Ártico y al norte de la bahía de Hudson. Allí, loscazadores indígenas se han calentado con lámparas de aceite de foca desde hace alrededor de 700 años. En la década de 1980 un misionero católico también se desconcertó al notar que las hebrasseguían suaves después de excavar cientos de objetos delicados de las mismas ruinas. Hecho de pelos cortos sacados de la piel de una liebre ártica, el cordal se parecía muy poco a lostendones que los cazadores del Ártico transformaban en cuerdas. ¿Cómo han llegado hasta aquí? La respuesta eludió al anciano sacerdote, por lo que este mismo empaquetó las hebras con el restode sus hallazgos y los envió al Museo Canadiense de la Civilización en Gatineau, Quebec.
En el tiempo en el Patricia Sutherland ayudaba a excavar una granja vikinga en Groenlandia,recordó que había visto trozos de hilo similar en el suelo de un cuarto de tejer mientras que algunos de sus compañeros cavaban. Rápidamente intentó localizar a un arqueólogo en Dinamarca.Semanas más tarde, un experto en textiles vikingos le informó de que las hebras canadienses eran hilados inseparables hechos por mujeres nórdicas en Groenlandia. "Eso me detuvo en seco",recuerda Sutherland.
El descubrimiento planteó preguntas tentadoras que llegaron a obsesionar Sutherland y manejar más de una década de científico tenaz. ¿Aterrizó una parte nórdica en laremota costa de la isla de Baffin y se puso en contacto amistoso con sus cazadores nativos? ¿Representa el hilo la clave de un largo capítulo perdido de la historia del Mundo Contemporáneo ?
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