Alternativas a la competitividad

En muchos lugares se proclama que vivimos en un mundo competitivo. Parece funcionar la máxima de que hay que ser competitivo, y esto está sostenido en el paradigma de la maximización de beneficios.Sin embargo, se pueden obtener beneficios colectivos de manera que éstos primen sobre los beneficios individuales, y se puede hacer uso de la inteligencia colectiva al servicio de todos y cada uno delos individuos. (Cabe recordar aquí a Cipolla y su teoría de la estupidez)
Se puede lograr la excelencia sin ser necesariamente competitivos, y sin causar daños ambientales ni psíquicos. Quien searrime al paradigma del máximo beneficio y tome como suya la máxima de que hay que ser competitivos, tendrá que vivir en una constante competición, pondrá en su vida una tensión y un esfuerzo supletoriose innecesarios. Recordemos que en toda competición, y en un sistema competitivo como el que la ideología dominante nos trata de hacer creer, hay ganadores y perdedores, y que el reparto numérico delos mismos es necesariamente asimétrico y desproporcionado. En cambio, en un sistema caracterizado no por la competición, sino por la solidaridad, no sólo se elimina la tensión entre las personas,principio de toda guerra, sino que de todos los esfuerzos se obtienen beneficios inmediatos y acumulativos para todo el mundo.

Algunas características del sistema solidario.
-Reintegración automáticaa la comunidad de las ganancias percibidas por el trabajo, sean monetarias o no.
-Garantía de satisfacción de las necesidades básicas para los miembros.
-Ahorro de energía en la producción, eltransporte y el consumo.
-Incremento de la calidad de vida, tanto física como mental.
-Aumento del tiempo de ocio.
-Aumento del saber por estar éste compartido y ser accesible a toda la comunidad.-Eliminación de las diferencias sociales, y reconocimiento de las diferencias individuales.
-Valoración de las tareas en sí como fines, no como medios.
-Eliminación de las jerarquías en la toma de...