Analisis de la belleza

Análisis económico de la belleza: una aplicación para Lima
Por Saki Bigio
Limeño, hay pocas ciudades tan caóticas como la nuestra. El tráfico es inaguantable, los edificios son grises y, en general, se puede decir que la ciudad carece de planificación. A pesar de eso, una ciudad puede estar llena de perlas culinarias —como las que descubre Gastón Acurio— o poseer una cultura propia que leotorgue un atractivo singular —como la que refiere Eloy Jáuregui en sus escritos—. Haciendo un paralelo, sería el equivalente de lo más importante en una persona: su interior. Pero ese no es el tema de este artículo.
Más superficialmente, Lima, Nápoles, México D.F. y, seguramente, El Cairo, Teherán o Abuja comparten ciertas características que de alguna forma las distinguen de ciudades más“agraciadas” como Buenos Aires, Praga o París. Curiosamente, ese algo también lo encontramos en otros aspectos de nuestras vidas como limeños. Escándalos de corrupción, delincuencia o deterioro institucional, si se quiere. Ahora hablaré desde el esquinado punto de vista de un economista acerca de esos patrones que, a mi juicio, viven entre nosotros.
Partiré de algunos aspectos teóricos. “Bienes públicos”son aquellos que todos los ciudadanos disfrutamos. En la terminología económica, los bienes públicos se caracterizan por ser no excluyentes. Eso quiere decir que si yo los utilizo no implica que otra persona no pueda hacerlo y, además, que no hay manera de cobrar por su uso. Justamente, esa segunda característica conduce a que a nadie se le ocurra producirlos; este tipo de bienes son las avenidasde una ciudad, por poner un ejemplo. A ningún ingeniero se le ocurriría construir una avenida pública por iniciativa propia; no habría manera de cobrar y, en consecuencia, de recuperar lo invertido. Además, al ser gratuito su uso, las avenidas son recorridas por todo aquel que quiera hacerlo; es un bien que no se agota. Pero ¿qué tiene que ver esto con el urbanismo? ¿Qué tiene que ver con labelleza?
Sucede que, en realidad, si bien las avenidas no son excluyentes para autos privados, sí podrían serlo para las líneas de transporte urbano o para los servicios de taxis si se les cobrasen derechos de funcionamiento. A diferencia de ciudades como Madrid o nueva York, en nuestra Lima “la horrible” tal regulación no existe. De manera que, no teniendo costo de ese tipo, el servicio detransporte resulta abundante. Pues bien, ¿cuál es el problema con la abundancia?
La respuesta más sencilla se puede encontrar en la Plaza Grau. Más técnicamente es necesario utilizar un segundo concepto económico: el de las externalidades; es decir, el daño que causa un “combista” al resto de limeños. Al no asumir el costo social que genera el uso de un bien público (las avenidas), la oferta de combis ytaxis se torna excesiva y se transforma en un terrible problema de tráfico. No se puede negar que el humo destruye el patrimonio de nuestra ciudad y origina un alto costo en la salud ambiental y el mantenimiento de fachadas, por ejemplo. No hay que sorprender si en algunos años las fachadas serán de losetas, como lo propone una terrible propaganda.
Por otro lado, la falta de derechos depropiedad sobre las rutas genera una competencia feroz que, a su vez, provoca que los choferes de las combis manejen excesivamente rápido y sin respetar las normas, para no perder al próximo cliente. Ello no sólo empeora el problema del tránsito, sino que hace peligroso el uso de bicicletas y motos. ¿Alguna vez se han preguntado por qué Lima es una ciudad sin cafés en las calles? El humo y el tráfico sonbuenas respuestas. La carencia de derechos genera, además, distorsiones en las decisiones de los ciudadanos. ¿Por qué los limeños no caminamos? No es solo porque la posibilidad de que nos atropellen es alta, sino porque el transporte es baratísimo. Evidentemente, sin licencias, la perpetua guerra de los micros genera que los precios para los transeúntes sean muy bajos. ¿Y qué tiene de malo...